Bajo Sospecha y un acertado reinicio para su segunda temporada
REVIEW DEL ESTRENO DE LA SEGUNDA TEMPORADA DE BAJO SOSPECHA ¡¡¡TIENE SPOILERS!!!!
Bajo Sospecha estrenó ayer noche en Antena 3 su segunda temporada. La serie ha vuelto meses después de la exitosa primera entrega y aunque con una trama y personajes distintos parece que nuevo convence a la audiencia al anotar más de tres millones de espectadores (3,2 y un 17,5% de share).
En la primera entrega el caso se centró en la desaparición de una niña, en la segunda temporada se nos presenta la desaparición de una enfermera francesa y la posterior muerte de otra. Ambas trabajaban en el mismo hospital y la desaparición dela primera lleva sin duda, a la muerte de la segunda.
En apenas cinco minutos del primer episodio no solo se nos plantea este caso, sino que además la serie presenta a un buen número de personajes, tantos que nada mejor que arrancar con una fiesta (de Navidad) en el hospital en el que se concentrará la acción y en el que todos ellos tiene su minuto, o segundos, de presentación. Gonzalo de Castro, Olivia Molina, Ingrid Rubio, José Luis García Pérez, Luis Martín, Unax Ugalde y como no, la gran Concha Velasco, aparecen nada más comenzar el episodio y con ello ya aciertan para enganchar al espectador.
Desaparecida la joven Catherinne Le Monier, y con la muerte de Isabel Freire, regresan entonces a la acción los personajes que ya conocimos en la primera temporada, los únicos que repiten. De este modo, el Comisario Casa (Lluís Homar) decide que Víctor (Yon González) se infiltre en el hospital como enfermero (casualmente tiene el título), bajo la supervisión de Vidal (Vicente Romero).
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Prueba gratis Prime VideoLo dicho en menos de diez minutos, tenemos la presentación de una serie de personajes que se convertirán en sospechosos, una desaparición , una muerte, y un caso montado con el arranque de su investigación. Es lo bueno de plantear una serie en la que los personajes principales ya son conocidos y con la que no parece que se desee perder tiempo.
El buen ritmo con el que se inicia esta segunda temporada de Bajo Sospecha no decrece en ningún momento. Víctor se introduce en el hospital Montalbán (el mismo día en el que aparece el cuerpo sin vida de Isabel) donde enseguida vemos como comienza a encontrar pistas (unas fotos con las dos enfermeras) y a perseguir sospechosos como un «compañero» con el que acabará a puñetazo limpio. Otro policía infiltrado, francés, y que llevaba más de una semana trabajando por la desaparición de la primera enfermera. Ahora el caso tendrá que ser de colaboración entre dos cuerpos de policía.
Si en la primera temporada nos topábamos con la vida en una pequeña localidad, en esta ocasión todo se concentra en el Montalbán y aunque nada tiene que ver la trama de la primera entrega con la de la segunda, sí que se comparte el que tanto los personajes de una como los de la otra tienen secretos o cosas ocultas.
Lo principal que ya se descubre en este arranque es que Isabel tenía supuestamente un amante dentro del hospital y no solo eso, sino que además estaba embarazada de nueve semanas. Pero su marido Enrique (José Luis García Pérez), se hizo una vasectomía así que podría ser el autor de la muerte de su mujer pero ¿también de la desaparición de la otra joven?. O el autor del crímen podría ser el amante. En un principio Víctor debe ir tras los pasos de un depredador sexual y todo parece que el caso acabará derivando en otra cosa y más, cuando las pruebas forenses al cuerpo de Isabel delatan que no fue violada.
Bajo Sospecha se despidió con un caso que derivó en un gran drama, y vuelve con otra historia que promete más de lo mismo. Aquellos que no vieron la primera temporada podrán seguir la segunda sin problema (aunque quizás se vean algo perdidos en las relaciones y reacciones entre los personajes que repiten), de modo que es de celebrar un reinicio intenso y que nos permitirá poder ver como el trabajo de los agentes se multiplica y como junto a lo que ocurre en el hospital se desarrollará una trama paralela sobre el trabajo de dos equipos que tienen un modo de trabajar muy distinto y que les lleva a sus propios enfrentamientos e incluso a un posible conflicto diplomático.
En el Montalbán se ocultan problemas que van más allá de una desaparición y de una muerte. Tienen problemas en lo que respecta a la financiación relacionada con el número de pacientes de modo que para evitar perderlos, se opta por la discreción y colaborar más bien poco con la policía.
El trabajo de los «infiltrados» se va complicando, aunque al mismo tiempo la trama va mostrando más y más de los personajes que recién conocemos y de los que vamos sabiendo algunos de sus secretos. Descubrimos así que Miguel, forense al que da vida Gonzalo de Castro, es el amante de Isabel y que le había dejado claro que no pensaba dejar a su familia a pesar del embarazo de la enfermera. Él se convierte en el principal sospechoso del caso en el primer episodio junto a Enrique, que fue captado por las cámaras de seguridad del hospital, aunque se defienda diciendo que estaba saliendo de su recuperación por una rodilla operada.
Todo parece cambiar con el hallazgo de una llave en el lugar en el que murió Isabel. La de una taquilla que resulta ser la de Catherine, la enfermera francesa desaparecida y que confirma por fin la conexión entre ambos casos.
La posterior aparición del coche de Isabel nos lleva a que la policía encuentre un osito de peluche de su hijo (que le regalan al comienzo del episodio) capaz de grabar voces, el cual contiene la grabación de la voz de una mujer que dice estar secuestrada y que por el momento es desconocida. Fin del episodio y arranque de una temporada que como digo, promete grandes momentos.