Así fue el final de Glee: Sueños cumplidos, recuerdos para siempre y un legado sellado

¡¡¡¡ENTRADA CON SPOILERS!!!!

La cadena FOX despedía ayer noche, y tras seis temporadas a la serie Glee, la cuál vivió de éxito durante sus comienzos pero que en su última etapa (sumando la triste muerte de Cory Monteith) había perdido a muchos seguidores. La serie se ha querido despedir con un episodio bastante completo (de dos horas) y en el que todos sus personajes parece que han llegado a un final feliz además de haber dejado un legado que sus fans siempre recordarán.

Glee desafió las convenciones y el sentir durante década de que una serie musical no podría funcionar en televisión. Muchos productores antes que ellos, incluyendo a Steven Bochco (Cop Rock, 1990) y a Greg Berlanti (Eli Stone, 2008) intentaron sacar adelante series en las que la música estaba más que presente, pero fue Glee la que logró convencer y sobre todo, allanar el camino para que otras series similares pudieran surgir con mayor, Nashville en ABC, o menor, Smash en NBC, éxito. Incluso podemos decir, aunque resulte pretencioso, que gracias a Glee tenemos ahora en emisión, una serie como Empire.

El éxito de Glee también redefinió los ingresos auxiliares que puede generar una serie al margen de sus audiencias televisivas. La ficción logró arrasar en las listas de éxitos musicales y no sólo eso, incluso logró llenar estadios con sus giras tanto por Estados Unidos como por otros países como Londres. Un dato: Glee cuenta con un record, superando a Elvis Presley, con el mayor número de singles colocados seguidos en la primera posición de la lista Billboard Hot 100 tras conseguir que tres singles consecutivos alcazaran el número uno en 2010.

Las tramas de Glee pueden que hayan serpenteado más tarde y el espectáculo acabó perdiendo su chispa inicial después de las primeras temporadas, pero siempre se ha mantenido su mensaje: un canto por la  igualdad y la aceptación,con el que además ha promovido los derechos de los homosexuales más que cualquier otra serie americana haya hecho antes. De este modo, la serie se ha mantenido fiel a su misión y a sus principios hasta el final, donde entre otras cosas hemos visto como una pareja gay tenía un hijo, una escuela primaria lleva el nombre del activista gay Harvey Milk y una placa de inspiración en el auditorio del McKinley High reza lo siguiente:  «No veáis el mundo tal como es sino como debería ser.

Glee también trató de mantenerse real ante el riesgo de perder fans. Mientras tantas series de éxito han mantenido sus personajes en la escuela secundaria durante años y años, en la serie de FOX se optó por introducir a nuevos alumnos que también acabarían siendo los próximos miembros del coro New Directions ya que los «originales» crecieron y se graduaron, llevando la mayoría de ellos sus sueños hasta Nueva York, ciudad que compartió en paralelo las tramas de la serie desde la cuarta temporada. Estos cambios, perdiendo en gran medida al elenco que enamoró a los «gleeks» en las primeras temporadas y el hecho de que Cory Monteith falleciera hace casi dos años marcarían para siempre el trágico futuro de la serie.

Glee también ayudó a marcar el comienzo de la era de la televisión en horario estelar, en lo que respecta a contar con ficciones que tinen autores, en este casos sus creadores Ryan Murphy, Ian Brennan y Brad Falchuk,  trabajando sin un equipo de guionistas (la primera temporada) y escribiendo cada episodio. Una tecnica que ahora se emplea en varias series como True Detective de HBO y Fargo de FX. Murphy, Brennan y Falchuk regresaron a la cabeza para el capítulo final, escribiendo el final de dos partes de la serie.

De este modo en el final de ayer noche en FOX pudimos ver como la primera parte parecía ser un homenaje al que fue primer episodio de Glee (además de un bonito recuerdo a Monteith) recreando las  audiciones de los miembros originales del Glee club y el seguimiento de sus historias de fondo y como todos ellos acabaron siendo aceptados, todos excepto Finn (Monteith) aunque estuvo presente gracias a la ayuda de la edición.

La segunda parte, llamada «Dreams Come True», fue sin duda alguna un «felices para siempre» para todo el mundo con un salto en el tiempo de cinco años en el que: Rachel se casa con Jesse St. James y gana un premio Tony; Kurt y Blaine tienen un bebé, al que dará vida Rachel; Mercedes consigue ser telonera de Beyonce; Artie obtiene un reconocimiento como cineasta y vuelve junto a Tina; el Sr. Schuester se convierte en  el nuevo director  del McKinley High convertida ahora en escuela de artes escénicas; Sam es el nuevo director de New Directions,  uno de los cuatro coros en el McKinley y Sue es candidata a presidenta de los EE.UU. después de dos mandatos como vicepresidenta del presidente, Jeb Bush.

Tras la muerte de Monteith en 2013, elco-creador de Glee Murphy reveló que el plan original para la escena final de la serie era tener a Rachel, una gran estrella de Broadway, volviendo al McKinley High, donde Finn sería profesor, porque es su casa, y con el reencuentro de la pareja cerrando para siempre la serie.

Los creadores obviamente tuvieron que cambiar de rumbo tras la muerte de Monteith, pero no se quisieron alejar demasiado en la escena final, que contó con Rachel -, así como prácticamente todos los personajes de Glee de las últimas seis temporadas – volviendo al McKinley High. Finn todavía jugó un papel importante en la escena, ya que contó con Sue dedicando el auditorio a su nombre. Al igual que el estreno de la serie, que terminó con todo el reparto cantando la canción de Journey «Do not Stop Believin ‘» en este final se ha podido ver como todos cantaban el tema de One Republic “I Lived», cerrando un círculo abierto hace seis temporadas y que deja otra serie para el recuerdo con sus más y con sus menos aciertos,  pero con muchas horas de música y un mensaje de tolerancia que no deberíamos olvidar.

¿Viste el final de Glee? ¿Qué te ha parecido?