Final de la primera temporada de The Leftovers ¿qué os ha parecido?

SPOILERS EN LA ENTRADA!!!!

The Leftovers ya ha despedido su grandísima primera temporada en HBO, así como en Canal + Series (en su versión original, que no doblada) y lo cierto es que pocas de las cuestiones que quería que se resolvieran lo han hecho aunque haya sido testigo de un «season finale» de quitarse el sombrero.

De la misma manera que Perdidos era una serie llena de referencias de todo tipo, ya fueran históricas, científicas o biblícas, en The Leftovers estas últimas cobran cada vez mayor protagonismo y aunque a lo largo de la temporada hemos visto como dos personajes, el padre Jamison (interpretado por Christopher Eccleston ) y Wayne (Paterson Joseph) podían ocupar gran parte de la clave religiosa o el sentido religioso que tiene la serie, lo cierto es que ha sido en el final de la primera temporada, y en una escena concreta cuando nos damos cuenta que The Leftovers no es una serie de la que pensar que todo se acabará resolviendo con una nave extraterrestre o algo similar devolviendo a los que desaparecieron. El camino iniciado (y hablo sin haber leído la novela) con ese momento en el que el personaje de Kevin Garvey (Justin Theroux) lee el capítulo 23 del libro de Job (gracias Jaans) durante el entierro «improvisado» de Pattie es una escena que marcará un antes y un después para una protagonista ateo (o no creyente) pero que sigue buscando en su propia fe.

Kevin admite en este final de temporada lo que le ha estado atormentando durante todos los episodios emitidos. El «prota» ha actuado de manera errática desde el comienzo de la serie  y aunque al principio pensabamos que se debía al abandono de su mujer y a su posterior petición de divorcio, es en el penúltimo y último episodio cuando nos damos cuenta que lo que le pasa en realidad a Kevin es un sentimiento de culpa que le lleva a comprender lo que sucedió en realidad.

El jefe de policía Garvey quería escapar, ser «libre» como él mismo le confiesa al personaje de Eccleston y ahora comprende que los que se fueron eran los que «sobraban» en la vida de aquellos que se quedaron. Tras esto y un Justin Theroux que es cada vez más creíble en su personaje llega además otro de los momentos destacados del episodio: cuando Kevin se encuentra con Wayne en el lavabo a un minuto de morir y al que no conoce de nada.

Tras la muerte de Wayne, un personaje que a mi me parecía bastante desaprovechado o que realmente no aportaba gran cosa (aunque su esencia parecía tener demasiad importancia en toda la trama) Kevin vuelve a su vida en Mapleton (no sin antes tener un sueño en el que acaba encerrado en el mismo centro en el que se encuentra su padre ) donde se encuentra con unos disturbios provocados por la última acción de ese «Guilty Remnant» todavía desconocedor de la muerte de Pattie.

La secta dedicada en cuerpo y alma a que la gente recuerde se ha pasado toda la noche colocando muñecos que representan a los desparecidos y  en las casas de aquellos que les perdieron (impresionante el momento en el que Nora se «reencuentra con su marido e hijos en la cocina). La acción es tan provocadora que todo el pueblo o localidad se ha levantado en una ola de violencia que a punto está de costarle la vida a Jill en un incendio de la casa de «Guilty Remnant» a los que ella se acababa de sumar para sorpresa de su propia madre.

El final de The Leftovers ha servido además para poder ver como Tommy (Chris Zylka), el hijo pródigo,  volvía al hogar para reencontrarse con su madre y tras haber traído consigo al bebé que dió a luz Christine (Annie Q) al que luego vemos en brazos de Nora cuando esta acude a casa de Kevin para dejarle una nota de despedida.

La verdad es que ha sido un final de temporada perfecto para dejarnos con el «gusanillo» seguir viendo la segunda, aunque algunos pensarán que lo único que ha sido aportar mayor misterio a todo lo que sucede en ella.

Al margen de ese misterio también es cierto que la serie aumenta episodio a episodio en el perfil dramático de todas y cada una de las historias personales de los personajes y es ahí donde The Leftovers te engancha de verdad. El trauma de cada uno de los protagonistas parece común tras ese día 14 en el que la gente desapareció, pero en realidad no lo es, su tormento va más allá y está relacionado con cosas pendientes, miedos y como no, el no saber como afrontar la vida como si nada hubiera pasado además la serie dibuja un mundo roto, representado en las escenas del incendio provocado tras la acción de «Guilty Remnant» y que puede que nos lleve a una segunda temporada metida de lleno en el «infierno» o por el contrario a que nazca un nuevo mundo.

Otro punto a resaltar es la música. La banda sonora de The Leftovers está firmada por Max Richter es muy adecuada para cada una de las escenas en las que aparece, pero además las selección de canciones a lo largo de toda la temporada es perfecta y en este episodio en concreto, hemos escuchado temas que han ido desde el «Ne Me Quitte Pas» versión de Nina Simone al «Dream» de Al Green,  pasando por la versión que Apocaliptica hizo del grandísimo «Nothing Else Matters» de Metallica, que son todo un acierto para el momento en el que se escuchan.

Soy consciente que The Leftovers tiene muchísimos espectadores que quedaron decepcionados tras ver el piloto, pero en mi opinión es una de las mejores series que hemos visto en los últimos meses y veremos si en premios como los próximos Globos de Oro o Emmy del próximo año se fijan en ella (Ecclestone merece una nominación sin duda).

¿Y vosotros? ¿Vistéis el final de la primera temporada? ¿Qué os ha parecido?