Los pronósticos se han cumplido en Reino Unido y el Partido Laborista ha salido vencedor de los comicios celebrados este 4 de julio. Keir Starmer ha logrado una mayoría absoluta histórica con la que ha terminado de un plumazo con la era 'tory', tras 14 años de gobierno conservador. De hecho, Rishi Sunak y los suyos han cosechado el peor resultado de su historia, mientras que el populista de derechas Nigel Farage logra entrar en el Parlamento británico.
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Los resultados ya fueron anticipados por las encuestas a pie de urna que se dieron a conocer una vez cerraron los colegios electorales, y el recuento de votos durante la madrugada de este viernes ha confirmado el éxito de Starmer. A falta aún de que se asignen un puñado de escaños, el Partido Laborista ha logrado 412 escaños (dos centenares más que en los últimos comicios), de los 650 con los que cuenta la Cámara de los Comunes, por lo que se ha hecho con una amplia mayoría que le permitirá gobernar holgadamente. De hecho, la mayoría está fijada en los 326 sillones.
En el lado contrario, los 'tories' y su descalabro. Los datos apuntan a que solo ha logrado 121 asientos en el Parlamento británico, con lo que pierde 250 representantes respecto a los resultados de las últimas elecciones de 2019.
Los Liberales Demócratas han mejorado sus resultados, al lograr 71 sillones (algo más de 60 más), mientras que el Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) también ha cosechado un importante fracaso al obtener solo 9 asientos, perdiendo así treinta y ocho escaños.
El laborista ha sido contundente en su valoración: "Lo logramos", ha dicho tras confirmarse su victoria. Y ha añadido, tajante, que "el cambio comienza ahora". "Nos ha llevado cuatro años y medio renovar el Partido Laborista, y ahora está preparado para servir al país y para poner al Reino Unido al servicio de la clase trabajadora", ha afirmado también.
"La gente de todo el país ha hablado y está dispuesta a cambiar, a acabar con la política del rendimiento, a volver a la política como servicio público", ha comentado también en la conferencia que ha ofrecido para valorar los resultados.
Por su parte Sunak, tras conocer su derrota, ha pedido disculpas a los conservadores y ha asumido la "responsabilidad" del fracaso electoral. Ha felicitado al Partido Laborista y ha dicho, "a los muchos y buenos candidatos conservadores que han perdido esta noche a pesar de sus incansables esfuerzos... lo siento".
Las reacciones no han tardado en llegar. Entre ellas, la de Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, que ha dicho que estamos ante "una victoria sorprendente para el Partido Laborista" que "podría mantenerlos en el poder durante muchos años y sugiere que las encuestas de opinión previas eran precisas".
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Esta experta también cree que ahora la atención de los mercados se centrará "en lo que depara el futuro", y es que Keir Starmer "aún necesita exponer con más detalle sus planes de gasto e impuestos y, lo más importante, cómo hará crecer la economía". Sus primeros 100 días como primer ministro británico, dice, serán claves en este sentido.
Chris Beauchamp, analista jefe de mercado de IG, ha comentado que la "estabilidad" que va a proporcionar la victoria laborista hará que los inversores "puedan tachar el 'riesgo político del Reino Unido' de su lista de preocupaciones por el momento".
Asimismo, ha añadido que a pesar de que el nuevo primer ministro "tiene mucho trabajo por delante", parece que por el momento "los mercados financieros están dispuestos a concederle el beneficio de la duda".
