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Subidas en los mercados asiáticos en una jornada marcada por otro nuevo hundimiento del yen japonés. La divisa nipona continúa desangrándose y ha marcado nuevos mínimos de 1986 después de cruzar una barrera histórica: el tipo de cambio con el dólar ha llegado a superar los 161 yenes y ha alcanzado un máximo de 161,27 yenes. En la jornada de este jueves, el yen se quedo a las puertas de romper esta barrera.

La divisa japonesa no ha dejado de depreciarse desde que en marzo el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) decidiera poner fin a la política de tipos de interés negativos por primera vez en 17 años. Esta caída libre llegó al punto que el país nipón tuvo que realizar la primera intervención desde 2022 para tratar de apuntalar el precio de su moneda. Entonces, el Ministerio de Finanzas japonés confirmó que intervino entre el 26 de abril y el 29 de mayo por valor de 9,7885 billones de yenes (62.250 millones de dólares).

En este contexto, Japón ha anunciado este viernes el nombramiento de Atsushi Mimura será el principal diplomático en materia de divisas en sustitución de Masato Kanda, hasta ahora viceministro de Finanzas de Asunto Internacionales, según ha adelantado 'Nikkei'. Por su parte, 'Reuters' ha indicado que el nombramiento se hará efectivo el próximo 31 de julio, tras la reunión de los ministros de Finanzas del G20 que tendrá lugar el 25 de julio. Asimismo, 'Nikkei' también ha indicado que Hirotsugu Shinkawa será el nuevo viceministro de Finanzas en sustitución de Eiji Chatani a partir del próximo 5 de julio.

Mimura cuenta con 35 años de experiencia en el regulador bancario nipón y será el encargado de supervisar la política monetaria de Japón, así como su coordinación con otros países. Durante su estancia de tres años en el Banco de Pagos Internacionales de Basilea, Mimura ayudó a crear el Consejo de Estabilidad Financiera en plena crisis financiera mundial de 2008-2009 para reformar la regulación y supervisión financieras.

Los expertos no tienen muy claro qué es lo que hará Mimura con el yen, ya que se conoce bastante poco sobre la visión que tiene de la política monetaria. "Para ser muy honesto, en realidad, no creo que las autoridades japonesas puedan hacer mucho sobre el yen, y el mercado lo ha demostrado. Porque a pesar de todas las intervenciones verbales, o reales, que el Ministerio de Finanzas de Japón ha realizado en el pasado, no consiguieron detener la caída del yen", explica Dong Chen, estratega jefe para Asia y responsable de estudios asiáticos de Pictet.

Mientras tanto, el rendimiento de la deuda pública japonesa a 30 años se disparó a su nivel más alto desde 2010 tras un informe de comercio minorista más fuerte de lo esperado y las indicaciones del Banco de Japón de posibles subidas de los tipos de interés si la inflación aumenta según lo previsto. Como resultado, los rendimientos podrían seguir subiendo si el Banco de Japón mantiene su postura 'hawkish', con una subida de tipos de interés en el horizonte.

Antonio Ernesto Di Giacomo, analista de mercados de XS.com, explica que la caída de la divisa japonesa se ha visto impulsada "en gran medida" por los altos diferenciales entre Estados Unidos y Japón. "Con unos tipos de interés en EEUU sustancialmente superiores a los de Japón, muchos han trasladado su capital al dólar, debilitando aún más el yen. Este fenómeno refleja la disparidad de las políticas monetarias entre las dos naciones y la continua presión sobre Japón para que ajuste su enfoque económico", apunta.

Los analistas y observadores del mercado siguen de cerca los próximos movimientos del banco central japonés, ya que no sólo afectarán a la economía local, sino que también tendrán repercusiones mundiales. "Este enfoque más agresivo del BOJ también busca equilibrar la necesidad de estabilidad económica para evitar perturbaciones en los mercados financieros. La reunión de finales de mes será crucial, ya que se esperan más detalles sobre cómo piensa manejar el BOJ esta delicada situación", sentencia este experto.

REFERENCIAS MACROECONÓMICAS

Por otro lado, la agenda de la jornada ha incluido importantes datos macroeconómicos, como la inflación general de Tokio. El índice de precios al consumo (IPC) de la capital nipona se aceleró hasta el 2,3% en junio frente al 2,2% de mayo. La tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos frescos, subió al 2,1% desde el 1,9% del mes anterior. Los datos de inflación de Tokio se consideran un indicador adelantado de las tendencias a escala nacional.

Por otro lado, la producción industrial del país creció un 2,8% intermensual en mayo, superando las expectativas del 2% consenso. En términos interanuales, la producción industrial subió un 0,3%.

Según los analistas, estas cifras darán a Japón más margen para endurecer su política monetaria.

En los mercados, hay que destacar las subidas del 1,04% del Nikkei 225 nipón, así como el repunte del 0,84% del Topix. De igual modo, también hubo rebotes moderados en el S&P/ASX 200 australiano, en el Hang Seng de Hong Kong y en el Kospi surcoreano. En Corea del Sur, las ventas minoristas de mayo cayeron un 0,2% en tasa interanual, 6 décimas menos que en abril. Es la primera vez desde julio de 2023 que Corea del Sur registra dos meses seguidos de descensos.

Por otro lado, el mercado estará pendiente de conocer la lectura del índice de precios de los gastos de consumo personal, también conocido como deflactor de consumo privado o índice PCE. Este indicador es uno de los favoritos de la Fed para orientar su política monetaria, por lo que un informe del PCE también por debajo de las previsiones podría aumentar las probabilidades de que el primer recorte de tasas de la Fed se produzca antes de lo previsto este año.

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