Si los datos sobre inflación siguen confirmando la línea de base de que va disminuyendo hacia el objetivo del 2%, la dirección que tomará el Banco Central Europeo (BCE) en el futuro "será clara". "Prevemos que seguiremos reduciendo los tipos de interés", ha asegurado su presidenta, Christine Lagarde.
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El BCE prevé que la inflación no bajará del 2% hasta 2026 y la recuperación económica será más lenta"Ya no aspiramos a una política suficientemente restrictiva, sino que pretendemos ofrecer una postura política apropiada", ha dicho durante su discurso en la Conferencia Económica Anual del Banco de Lituania.
Ahora, después de un largo período de política restrictiva, "ha aumentado nuestra confianza en que estamos viendo un retorno oportuno al objetivo", ha añadido.
Así, Lagarde ha destacado que la comunicación reiterada anterior de que el BCE mantendrá los tipos de interés de referencia suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario "ya no está justificado" ahora que "el proceso de desinflación está bien encaminado y existen riesgos de caída del crecimiento".
"Ya no refleja la evolución del panorama macroeconómico, nuestras perspectivas de inflación o el balance de riesgos en torno a ella", ha expresado.
Como ha explicado, considera que hay margen para un ajuste a la baja de la inflación de los servicios y, por ende, de la inflación interna, en los próximos meses.
"Confirmando este panorama, el crecimiento de los salarios -que es el principal factor que impulsa los servicios- sigue una trayectoria descendente y continúa siendo amortiguado por un crecimiento negativo en las ganancias unitarias, lo que amortigua el traslado del aumento de los salarios a los precios", ha afirmado.
No obstante, apunta que el proceso de ajuste de la inflación de los servicios, que se mueve más lentamente, "aún no ha terminado, por lo que tendremos que permanecer atentos hasta que los datos confirmen el ajuste a la baja de la inflación de los servicios que esperamos".
Pero cree que los riesgos para las perspectivas de inflación han cambiado y ahora están más relacionados con posibles shocks futuros que con la transmisión de los pasados: "Los principales riesgos a la baja se relacionan con las perspectivas de crecimiento más débiles de lo esperado y la mayor incertidumbre en torno al crecimiento provocada por acontecimientos geopolíticos".