photo du drapeau allemand a l exterieur du parlement allemand bundestag
Bandera de Alemania frente al Bundestag, el Parlamento germano.

Alemania sigue siendo el "hombre enfermo" de Europa. La mayor economía de la eurozona se ha contraído un 0,2% en 2024, en lo que ha sido la segunda desaceleración anual consecutiva del país, según han mostrado este miércoles la lectura adelantada del Producto Interior Bruto (PIB) de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

"Las presiones cíclicas y estructurales obstaculizaron un mejor desarrollo económico en 2024", ha afirmado Ruth Brand, presidenta de Destatis, en la conferencia de prensa celebrada tras la publicación de este dato. Entre estos factores, Brand nombra "la creciente competencia para la industria exportadora alemana en mercados clave, los altos costos de la energía, un nivel de tasas de interés que se mantiene elevado y un panorama económico incierto".

En cuanto al cuarto trimestre, el PIB habría menguado un 0,1% respecto al año pasado, de acuerdo con la estimación preliminar.

Según Destatis, tanto el sector manufacturero (-3%) como el de la construcción (-3,8%) se resintieron en 2024, mientras que el sector servicios registró un crecimiento del 0,8% durante dicho periodo. Sin embargo, aunque el comercio minorista y los proveedores de servicios de transporte reportaron una expansión en 2024, el comercio de vehículos de motor, el comercio mayorista y las actividades de servicios de alimentos y bebidas experimentaron una caída respecto al año anterior.

En general, la formación bruta de capital fijo disminuyó un 2,8% en comparación con el año anterior. Por su parte, el gasto en consumo final de los hogares aumentó un "modesto" 0,3% en 2024, ofreciendo "señales positivas limitadas".

"La desaceleración de la inflación y los aumentos salariales percibidos por muchos trabajadores solo estimularon moderadamente el gasto. Los mayores incrementos en el gasto en consumo final de los hogares (ajustado por precios) se registraron en el área de salud (+2,8%) y transporte (+2,1%). Por el contrario, los hogares gastaron considerablemente menos en servicios de alimentos y bebidas, así como en alojamiento, que en el año anterior (-4,4%). Además, se compró menos ropa y calzado en 2024 que en 2023 (-2,8%), ajustado por precios", ha detallado Destatis.

Con un +2,6%, el aumento del consumo final de las administraciones públicas ajustado a los precios en 2024 fue "mucho más pronunciado" que el aumento del gasto en consumo de los hogares. El aumento se atribuyó en particular a las prestaciones sociales en especie "notablemente" más elevadas proporcionadas por el Gobierno. En el caso de las autoridades centrales, regionales y locales, el aumento del consumo se debió mayormente a los cambios en la legislación social en el ámbito de la asistencia social a los jóvenes y la ayuda a la integración.

Destatis también ha indicado que la "difícil situación económica" de 2024 se reflejó en el comercio exterior, ya que las exportaciones menguaron un 0,8%. A su vez, las importaciones se incrementaron en un 0,2% en los últimos 12 meses.

En cuanto al mercado laboral, hubo una media de 46,1 millones de personas empleadas en 2024 en Alemania. Esta cifra representa un aumento de 72.000 personas o un 0,2% respecto al año anterior, marcando un récord en el número de personas empleadas. Sin embargo, el ritmo de crecimiento del empleo se desaceleró considerablemente y se detuvo hacia finales de 2024. El sector más dinámico fue el servicios, especialmente en el sector sanitario, educativo y el público. Por el contrario, el número de personas empleadas en la industria y la construcción disminuyó.

DÉFICIT

Según los cálculos provisionales de Destatis, los presupuestos del gobierno federal registraron un déficit financiero o endeudamiento neto de 113.000 millones de euros al término de 2024. Esta cifra, explican, equivale a un 2,6% del PIB, lo que sitúa el dato en línea con el registrado el año anterior, y se mantiene por debajo del 3% de referencia del Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento.

"Las administraciones estatales y locales y los fondos de la Seguridad Social registraron un mayor déficit financiero, principalmente como consecuencia del aumento de los gastos en prestaciones sociales en especie y en prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie. Esto se debió principalmente al aumento de los gastos en pensiones. También se registró un notable aumento de los gastos en concepto de subsidio de dependencia y prestación ciudadana", ha apuntado Destatis.

La oficina de estadística también ha indicado que la Administración central fue el único subsector que redujo su déficit, ya que la interrupción de las medidas destinadas a reducir el impacto de la crisis energética (principalmente el freno a los precios del gas y la electricidad) a finales de 2023 tuvo un efecto "especialmente positivo" en este contexto.

"UNA AMENAZA PARA LA ECONOMÍA MUNDIAL"

Los analistas han mostrado su preocupación por la economía alemana tras conocerse estos datos. Robin Winkler, economista jefe para Alemania de Deutsche Bank, afirma que, aunque la contracción anual del PIB no debería sorprender a nadie, la lectura preliminar para el cuarto trimestre de 2024 es inesperada y preocupante. "De confirmarse, significaría que la economía alemana volvió a perder impulso a principios del invierno. La actual incertidumbre política en Berlín y Washington fue probablemente un factor importante", ha apuntado.

En ING son más contundentes. "Es la primera vez desde principios de la década de 2000 que la economía alemana se contrae durante dos años seguidos. Y, sí, a principios de la década de 2000 fue la última vez que Alemania recibió el muy halagador título de 'enfermo de Europa'. La historia no se repite, pero rima (…) Se está convirtiendo en una amenaza para la economía mundial.", apuntan desde la entidad neerlandesa.

Según el banco naranja, 2024 ha sido el año en el que "los vientos en contra cíclicos y estructurales se convirtieron en una tormenta", en referencia a los evidentes problemas del sector manufacturero alemán, especialmente entre los fabricantes de automóviles. Y es que, cinco años después del inicio de la pandemia de Covid-19, la producción industrial alemana sigue estando un 10% por debajo de sus niveles anteriores a la pandemia.

"Diez años de inversiones insuficientes, el deterioro de la competitividad y el paso de China de destino de las exportaciones a feroz competidor industrial han pasado, y seguirán pasando, factura a la economía alemana. Dada la importancia de la industria para el conjunto de la economía, ya se están produciendo efectos indirectos en otros sectores, ya sea a través del sentimiento o de canales económicos reales.", advierten estos expertos.

Asimismo, ING subraya que, a diferencia de principios de la década de 2000, cuando la "enfermedad" era el elevado desempleo y la rigidez del mercado laboral, los problemas actuales son "mucho más diversos" y, por tanto, "aún más difíciles de resolver" que hace dos décadas. "No olvidemos tampoco que el entorno exterior a principios de la década de 2000 era mucho más favorable para Alemania, con la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio y la ampliación de la Unión Europea, frente al actual entorno de tensiones geopolíticas, una guerra en el patio trasero y el auge del proteccionismo", agregan.

De cara a 2025, el banco holandés no vislumbra una recuperación "sustancial" de la industria germana con los datos disponibles actualmente. Pero es que la situación se complica si se tienen en cuenta los aranceles que planea implementar Donald Trump cuando sea investido como nuevo presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero.

"Si a esto añadimos la esperada versión moderna de las políticas de 'empobrecer al vecino' de la nueva administración estadounidense, las perspectivas para la industria alemana no son nada halagüeñas. No sólo por el impacto potencial en las exportaciones alemanas, sino sobre todo por el efecto en las inversiones alemanas si las empresas tuvieran que trasladar su producción a Estados Unidos", apunta ING. De igual modo, el aumento de las quiebras desde mediados de 2023 podrían hacer mella en el mercado laboral y, en consecuencia, en las esperanzas de un repunte del consumo privado.

Por su parte, el instituto económico alemán Ifo opina que, a menos que se introduzcan reformas de política económica, la economía alemana tendrá dificultades para "salir del estancamiento" en 2025. De no adoptar "contramedidas", la institución espera un "crecimiento perceptible" del 0,4% en este periodo en este escenario. En cambio, si se introducen las políticas "adecuadas", la economía podría crecer hasta un 1%.

En este contexto, las elecciones federales de febrero serán un factor "clave" para dirimir cuál será el rumbo de Alemania en los próximos años. Según ING, solo para compensar el déficit de inversión acumulado en la última década, Alemania necesitaría inversiones adicionales del 1,5% del PIB al año durante los próximos diez años. Su esperanza es que el nuevo Gobierno de Alemania sea valiente a la hora de aplicar reformas económicas e inversiones a largo plazo.

"En nuestra hipótesis de base, vemos algún tipo de reformas combinadas con inversiones en infraestructuras después de las elecciones. Si estamos en lo cierto, esto debería suponer al menos un pequeño impulso para la confianza y el crecimiento a partir de la segunda mitad del año", concluye.

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