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Shinjuku (Tokyo, Japón).Sharecast / Jezael Melgoza via Unsplash

Las bolsas asiáticas han cerrado el martes con signo mixto mientras los inversores evalúan las últimas noticias sobre los aranceles que planea imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo 2 de abril.

El peor selectivo oriental ha sido el Hang Seng de Hong Kong, que se ha dejado un 2%, mientras que el tecnológico Hang Seng Tech se quedó cerca de perder un 4%. Por su parte, el CSI 300 de China y el Nifty 50 y el BSE Sensex de India cotizan planos. Lo mismo sucedió con el S&P/ASX australiano, mientras el mercado del país oceánico se prepara para digerir el próximo presupuesto del país.

En Corea del Sur, el Kospi cayó un 0,62%, mientras que el Kosdaq se dejó un 1,24%. Finalmente, el Nikkei nipón cerró con una subida del 0,6%, mientras que el Topix subió un 0,2%. Cabe señalar que este último índice llegó a alcanzar los 2.818 puntos, su nivel más alto en los últimos ocho meses.

Como decimos, los aranceles de Trump siguen siendo la comidilla del mercado. Ayer, el mandatario anunció que impondrá un arancel adicional del 25% a aquellos países que compren petróleo o gas de Venezuela y también anunció que habrá tarifas a las importaciones de automóviles en los próximos días. No obstante, Trump también precisó que habrá países que recibirán exenciones de los aranceles recíprocos que planea imponer el 2 de abril. Asimismo, también se ha conocido que los planes comerciales de Trump podrían ser menos agresivos de lo esperado.

Todas estas decisiones y 'no decisiones' siguen preocupando al mercado por su impacto tanto en la inflación como en el crecimiento económico, con el riesgo de recesión en Estados Unidos aún presionando el ánimo de los inversores. El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Atlanta, Raphael Bostic, dijo ayer que ha reducido su previsión de recortes de tipos para este año a uno, mientras que un mes atrás apostaba por dos bajadas, debido a una "inflación muy irregular".

Entre tanto, hoy ha sido noticia BYD, cuyas acciones han caído después de anunciar un aumento del 73,1% en su beneficio neto del cuarto trimestre, alcanzando un récord de 15.000 millones de yuanes (2.100 millones de dólares). Los ingresos del gigante chino de vehículos eléctricos en el cuarto trimestre aumentaron un 52,7%, alcanzando los 274.900 millones de yuanes. En el año fiscal 2024, sus ingresos crecieron un 29% hasta los 777.000 millones de yuanes (107.120 millones de dólares), superando los 97.700 millones de dólares de ingresos de Tesla en el mismo período.

Asimismo, el rendimiento del bono a 5 años de Japón subió al 1,165%, su nivel más alto desde octubre de 2008. A su vez, el rendimiento del bono a 10 años subió hasta el 1,575%, acercándose a los niveles más altos desde finales de 2008, mientras que el rendimiento del bono a 30 años se mantuvo prácticamente sin cambios en 2,601%.

En este sentido, el gobernador del Banco de Japón (BOJ, por sus siglas en inglés), Kazuo Ueda, ha tomado con calma el reciente aumento en los rendimientos de los bonos y reiteró el lunes que el banco central continuará subiendo las tasas de interés si la inflación se mantiene en camino de alcanzar su rango objetivo, a pesar de las posibles pérdidas en las tenencias de bonos gubernamentales. "Hemos dicho que continuaremos ajustando el grado de flexibilización monetaria si la inflación subyacente tiende a acercarse al 2%", afirmó.

De hecho, las actas de la última reunión del BOJ muestran que los funcionarios nipones están más que dispuestos a seguir elevando las tasas de interés. En el documento, uno de los miembros de la junta del BOJ señaló que se esperaba que las tasas de interés reales siguieran siendo significativamente negativas tras la subida de la tasa de política monetaria, por lo que el banco debería continuar aumentando las tasas para reducir dichas tasas reales negativas.

Otros miembros también expresaron preocupaciones sobre la inflación, afirmando que los riesgos para los precios se habían inclinado más hacia el alza. La previsión del BOJ en enero mostró que el banco espera que la inflación subyacente se sitúe en 2,4%, mientras que el crecimiento del PIB se estima en 1,1%.

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