Edmond de Rothschild AM confía en los bonos emergentes: "El entorno es propicio"

El inicio del ciclo de bajada de tipos será un punto de inflexión importante

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Algunos bancos centrales ya han empezado a relajar su política monetaria y otros, como la Reserva Federal (Fed), están a punto de hacerlo. El inicio del ciclo de bajada de tipos será un punto de inflexión importante y una señal muy positiva para la renta fija emergente. Un entorno que favorece la inversión en bonos de estos países.

"El giro de la política monetaria de la Reserva Federal y el debilitamiento del dólar previsto para 2024 podrían incitar a los inversores en busca de rentabilidad a volver a esta clase de activos", explica Lisa Turk, portfolio manager de mercados emergentes en Edmond de Rothschild AM.

El mercado de deuda corporativa emergente etiquetada (bonos verdes sostenibles, etc.) ha crecido hasta los 900.000 millones de dólares y representa el 25% del mercado mundial.

"Creemos que los bonos emergentes presentan unos fundamentales sólidos, tanto en el segmento soberano como en el corporativo. Esperamos que el crecimiento económico se estabilice e incluso mejore en toda la región", añaden desde la gestora.

En 2024, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento estable en los países emergentes, en torno al 4%, frente a una ralentización de alrededor del 1,4% en el mundo desarrollado.

Esta brecha cada vez mayor entre el crecimiento del PIB en los países emergentes y desarrollados debería apoyar en gran medida a esta clase de activos, donde los precios de las materias primas también son un factor positivo.

Del mismo modo, las empresas de los países emergentes están menos endeudadas que sus homólogas estadounidenses. "Creemos firmemente que la deuda corporativa emergente ofrece oportunidades atractivas para invertir en empresas con una gestión de calidad", reitera Turk.

Por otro lado, desde la firma destacan que los países emergentes siempre han estado acostumbrados a gestionar periodos de inflación elevada y en el ciclo actual han sido mucho más proactivos a la hora de subir los tipos de interés, un hecho que debería replicarse en las bajadas.

En este sentido, varios países emergentes van por delante de los desarrollados en materia de política monetaria. Tal es el caso, en particular, de Brasil, Colombia, Chile, Perú y toda Europa del Este. "El mercado de deuda soberana de los países emergentes ha madurado y presenta unos fundamentos mucho más sólidos que en los periodos de crisis anteriores", señalan en Edmond de Rothschild AM.

De hecho, ven probable que el rebote impulsado por la duración (tipos) sea sustancial cuando la Fed comience a recortar sus tipos. El componente de flujos también debería contribuir a este efecto a medida que los inversores regresen a esta clase de activos.

En este caso, el entorno de los tipos de interés parece más favorable a los bonos emergentes. Y una fuerte bajada de las tasas a largo plazo podría actuar como catalizador y estimular el apetito por el riesgo de los inversores.

INVERSIONES CLIMÁTICAS

Las inversiones climáticas en los mercados emergentes se están materializando a gran escala y generando impactos positivos.

En Edmond de Rothschild AM se decantan por poner en práctica una estrategia de inversión alineada con el Acuerdo de París, con una cartera compatible con una trayectoria de 2°C.

"El 75% como mínimo de los activos netos de la cartera se invierte en bonos verdes, sostenibles y vinculados a la sostenibilidad; el porcentaje actual es del 100%. Nuestra política de inversión excluye el petróleo y el gas y las empresas del 20% inferior en términos de ESG y de emisiones de dióxido de carbono (CO2)", detallan.

Por ello, a medida que aumenta el consumo de energía, las necesidades de financiación para la transición energética en los países emergentes son enormes. Se espera que los países emergentes sean responsables del 66% de las emisiones de CO2 en 2038, pero hoy en día sólo reciben una parte mínima de la financiación para la transición.

La reasignación de activos que esto supone está abriendo grandes oportunidades de inversión verde en los países emergentes.

"Los países emergentes son capaces de evitar los modelos ineficaces y contaminantes del pasado y dirigirse directamente hacia soluciones bajas en carbono. En términos sectoriales, invertimos en tres pilares: energía sostenible, transporte e industria", concluye Turk.

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