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Xi Jinping, presidente de China, y Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

Estados Unidos y China han retomado las conversaciones semioficiales sobre armamento nuclear en una reunión en la que la delegación asiática aseguró que no recurrirían a la amenaza nuclear en caso de que hubiese un conflicto de intereses en Taiwán.

Según una información de la agencia 'Reuters', representantes no gubernamentales de las dos potencias se reunieron el pasado marzo para tratar este tema en lo que se conoce como "diplomacia paralela" ('Track II' o 'Track Two', como se denomina en inglés). Los participantes en este tipo de conversaciones y negociaciones suelen ser actores no estatales, como académicos o antiguos funcionarios, que pueden hablar con autoridad sobre la postura de su gobierno, aunque no estén directamente implicados con el mismo. Cuando ambos gobiernos se reúnen directamente se habla de diplomacia oficial ('Track I' o 'Track One', por su denominación en inglés).

"Dijeron a la parte estadounidense que estaban absolutamente convencidos de que podían prevalecer en una lucha convencional sobre Taiwán sin utilizar armas nucleares", ha indicado el académico David Santoro, que formó parte de una delegación formada por media docena de académicos y antiguos miembros del Ejecutivo de Estados Unidos. Por su parte, Pekín envió una delegación de académicos y analistas, entre los que se encontraban varios ex oficiales del Ejército Popular de Liberación.

Ambos países reanudaron brevemente las conversaciones oficiales sobre armamento nuclear en noviembre, pero las negociaciones se estancaron. El Pentágono, que estima que el arsenal nuclear de Pekín aumentó más de un 20% entre 2021 y 2023, dijo en octubre que China "también consideraría el uso nuclear para restaurar la disuasión si una derrota militar convencional en Taiwán" amenazara el dominio del Partido Comunista chino. El Departamento de Defensa de Estados Unidos estimó el año pasado que Pekín dispone de 500 cabezas nucleares operativas y que podría contar con más de 1.000 para 2030. En estos momentos, Estados Unidos y Rusia tienen más de 1.700 cabezas nucleares cada uno.

Santoro, que dirige el grupo de reflexión Pacific Forum, reconoció a la agencia las "frustraciones" de ambas partes durante las últimas conversaciones, pero también afirmó que las dos delegaciones habían encontrado suficientes razones de peso para seguir hablando. Según Santoro, se prevé que haya más conversaciones de este estilo en el próximo año.

En declaraciones a 'Reuters', un portavoz del Departamento de Estado norteamericano subrayó que este tipo de negociaciones podrían ser "beneficiosas". Con todo, agregó, no pueden sustituir a las negociaciones formales "que requieren que los participantes hablen con autoridad sobre cuestiones que suelen estar muy compartimentadas dentro de los círculos gubernamentales (chinos)".

Cabe señalar que China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán, cuyo territorio considera que está bajo su control, y en los últimos cuatro años ha intensificado la actividad militar en torno a la isla. Junto a India, China es una de las dos potencias nucleares emergentes que se han comprometido a no iniciar un intercambio nuclear.

Estas reuniones llegan en un momento de recrudecimiento de las tensiones entre ambos países tras las sanciones de Washington a distintas compañías chinas. En las últimas semanas, Washington ha impuesto aranceles de hasta el 100% a los vehículos eléctricos chinos, así como a los semiconductores, paneles solares y otro tipo de productos manufacturados en el país asiático, mientras que Pekín ha sancionado a distintas empresas norteamericanas del sector de defensa. Asimismo, este jueves Estados Unidos impuso un nuevo paquete de sanciones dirigido a empresas chinas por su supuesta ayuda a Rusia en el marco de la guerra de Ucrania.

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