El precio del petróleo ha repuntado este jueves a medida que aumenta la tensión geopolítica y crecen las preocupaciones sobre el suministro. En este sentido, la escalada en la guerra entre Rusia y Ucrania ha disparado el temor del mercado ante la expectativa de que un error de cálculo pueda desembocar en una contienda de mayor alcance.
Así, el barril Brent, de referencia en Europa, ha subido un 2,09%, hasta los 74,32 dólares; mientras que el West Texas Intermediate (WTI) ha avanzado un 2,06%, para intercambiarse a 70,20 dólares.
"La escalada de las tensiones geopolíticas continúa impulsando la confianza, con la intensificación del conflicto entre Ucrania y Rusia. Las advertencias de Moscú han suscitado preocupaciones sobre posibles interrupciones en los flujos de energía, en particular de Rusia, un proveedor global clave", afirma Milad Azar, analista de mercado en XTB.
Todo ello después de que Ucrania haya lanzando misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia, tras recibir el permiso de Washington, lo que ha provocado que el Kremlin actualice su doctrina nuclear.
"La Federación Rusa se reserva el derecho a usar armas nucleares en respuesta al uso de armas nucleares y otro tipo de armas de destrucción masiva contra ella o sus aliados, así como en el caso de agresión contra la Federación Rusa o la República de Bielorrusia, como participantes del Estado de la Unión, con armas convencionales y que suponga una amenaza crítica para su soberanía o integridad territorial", recoge el documento.
Asimismo, Ucrania ha utilizado por primera vez los misiles de largo alcance Storm Shadow, suministrados por Reino Unido, contra territorio ruso. Esto ha llevado a Rusia a lanzar un misil balístico intercontinental contra la ciudad ucraniana de Dnipró, aunque no ha causado daños "sustanciales".
"El escenario nuclear puede ser uno extremo, lo cual es poco probable por el momento, en mi opinión, mientras no haya un cambio significativo en el equilibrio de poder a favor de Ucrania, ya que Rusia puede enfrentar más eficazmente los ataques o intensificar sus ataques aéreos para neutralizar los vehículos de lanzamiento y los sitios de almacenamiento, es decir, contener la escalada", explica Samer Hasn, analista de mercado sénior de XS.com
"Pero lo que esta provocación puede suponer para Rusia es un intento de presionar a EEUU planteando una mayor amenaza a sus intereses mediante el incremento de las operaciones de sabotaje en los países europeos o el apoyo a los hutíes en Yemen, que es lo que realmente temen los funcionarios", añade.
Si se logra contener la escalada, Hasn cree que la atención podría volver a centrarse en los débiles fundamentos del mercado petrolero, en particular la demanda de crudo de China, lo que podría provocar nuevas pérdidas.
"China es el principal foco de atención del mercado energético, y este último todavía parece pesimista sobre el futuro de la demanda de crudo de sus mayores importadores del mundo. Los mercados han reaccionado negativamente al anuncio de múltiples paquetes de apoyo en China, ya que los expertos creen que no son suficientes para sostener el consumo e impulsar la débil demanda interna. Además de las desalentadoras condiciones internas, la demanda externa –con la que China cuenta para impulsar el crecimiento– también puede verse bajo presión a medida que las guerras comerciales se intensifican con el regreso de Trump", valora.
Mientras tanto, las existencias de crudo de Estados Unidos han subido en 545.000 barriles a 430,3 millones de barriles en la semana terminada el 15 de noviembre, en base a los datos de la Administración de Información de Energía, frente a las expectativas de los analistas de un aumento de 138.000 barriles.
Por otro lado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, podría retrasar nuevamente los aumentos de producción el su reunión del 1 de diciembre debido a la débil demanda mundial de petróleo.
"Esta reevaluación refleja las preocupaciones sobre las perspectivas de demanda en general, en particular dada la desaceleración del crecimiento económico en China, uno de los mayores consumidores de petróleo del mundo, y una recuperación mundial moderada", concluye Azar.