El renting ha llegado para quedarse. La crisis del coronavirus ha disparado este modelo de negocio, que se define como "el Netflix o el Spotify de los coches", a los que se ve cada vez más como un servicio transitorio que como un bien que poseer de forma indefinida.
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El miedo al Covid dispara la venta de coches antiguos para evitar el transporte públicoEs el caso de Vamos, la startup española comandada por Mario Carranza, otrora consejero delegado de Amovens y uno de los miembros de Cabify en su lanzamiento por Europa.
A partir del mes de abril, Vamos empezó ya a notar cierto hormigueo e incremento de clientes con más de 100 coches distribuidos por distintos puntos de España, especialmente en Madrid y Barcelona, pero también con cierta fuerza en Valencia.
Desde la startup aseguran además que el tráfico web se ha disparado un 500% "y crece exponencialmente cada mes". En total, el renting de coches ha avanzado un 120% desde junio, mes que dio inicio a la tan sobada 'nueva normalidad'. A día de hoy, Vamos cuenta con más de 1.500 coches en 350 ciudades distribuidas por la geografía española.
La compañía prevé cerrar el año con 2.000 coches en nómina y una cifra de negocio por encima de los 20 millones de euros. Un mayor uso del vehículo privado (con el transporte público como gran perdedor), la creciente incertidumbre económica y la digitalización al 100% de plataformas como esta, que permiten realizar todos los trámites de forma online, son algunos de los motivos que explican su auge y crecimiento.
LA VENTA DE COCHES ANTIGUOS TAMBIÉN SE DISPARA
La compra de vehículos de más de 20 años ha aumentado en un 31% durante los meses de julio y agosto, alcanzando un total de 43.655 unidades vendidas en los días previos a la vuelta a los centros de trabajo y a las escuelas, según datos del Instituto de Estudios de Automoción para Sumauto.
Según la compañía, esto se debe a la actual situación de emergencia sanitaria, que hace que los usuarios prefieran optar por una movilidad individual y barata en lugar de utilizar los medios de transporte público, ya que este tipo de vehículos puede adquirirse desde 500 euros y la media de los mismos se sitúa entorno a los 1.400 euros.