Las bolsas asiáticas han cerrado, en su mayoría, con ganancias tras una sesión bastante agitada por la victoria electoral de Donald Trump y del Partido Republicano en las elecciones estadounidenses. El presidente electo se impuso con claridad a la candidata demócrata Kamala Harris, conquistando estados clave como Pensilvania o Georgia.
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Bolsas, bonos, divisas... Así impactará Trump a corto y medio plazo en los mercadosEl triunfo electoral de Trump tuvo su traslación inmediata a las bolsas estadounidenses, con los tres principales selectivos marcando récords históricos en la sesión tras subir más de un 2% y hasta de un 3%. El más alcista fue el industrial Dow Jones, que ganó más de 1.000 puntos en un solo día (+1.508,05 puntos) y cerró la sesión con un repunte del 3,57%. Es la primera vez que este selectivo registra una subida de este calibre desde noviembre de 2022.
En cuanto a Asia, el Nikkei japonés fue de los pocos índices que terminó la sesión en rojo, con pérdidas contenidas del 0,43%, al igual que el Kosdaq de Corea del Sur, de pequeña capitalización, que recortó más de un 1%. Otros selectivos tuvieron una mejor jornada: el Topix, también nipón, subió un 1%, mientras que el Kospi surcoreano y el S&P/ASX 200 repuntaron con moderación.
Las mayores subidas se dieron en China: el CSI 300 sumó un 3%, el Shanghai Composite repuntó un 2,5% y el Hang Seng de Hong Kong subió cerca de un 2%. Estos movimientos se vieron motivados por los datos de la balanza comercial China, que mostraron un aumento interanual de las exportaciones del 12,7%, hasta los 309.060 millones de dólares. Este fue el mejor dato desde marzo de 2023, cuando crecieron un 14,8%, en claro contraste con el crecimiento del 2,4% en septiembre y el 8,7% en agosto. Los analistas habían estimado un crecimiento de las exportaciones del 5,2% interanual en octubre.
Sin embargo, las importaciones cayeron un 2,3% en octubre, una cifra mayor de lo esperado. Esto contrasta con un modesto crecimiento del 0,3% en septiembre y del 0,5% en agosto. Los analistas habían pronosticado una caída del 1,5% en las exportaciones de octubre.
Sin embargo, no todo es positivo en el gigante asiático. Por un lado, el ministro de Economía de Taiwán ha anunciado que el país ayudará a sus empresas a trasladar la producción desde China debido a los grandes aranceles prometidos por Donald Trump sobre el país. Según 'Reuters', el ministro Kuo Jyh-Huei dijo que el impacto de cualquier arancel será "bastante grande" para las empresas taiwanesas localizadas en China. Cabe recordar que el presidente electo prometió imponer aranceles del 60% a las importaciones estadounidenses desde China, así como una tarifa general a las importaciones del resto del mundo.
Pero no todo el mundo es tan negativo. "Para China, es probable que el impacto directo sobre los beneficios de unos aranceles más elevados sea limitado", explica Tai Hui, estratega jefe de mercado para Asia-Pacífico de JPMorgan Asset Management. Según este experto, esto se debe a que más del 85% de los ingresos de los 700 miembros del índice MSCI China proceden de China continental y a que las políticas fiscales y monetarias anunciadas recientemente por Pekín "podrían ofrecer cierta compensación".
Por otro lado, las acciones de los fabricantes de coches eléctricos cayeron con fuerza tras el triunfo electoral de Trump. BYD, Geely, Nio, Xpeng o incluso Xiaomi, que acaba de entrar en este mercado, cayeron en la sesión del jueves. Por el contrario, fabricantes de coches "tradicionales" como Ford o General Motors subieron en bolsa, mientras que los fabricantes de coches eléctricos norteamericanos como Rivian o Lucid también recortaron en bolsa.
Esto se debe, según distintos analistas, a que –como no– la victoria de Trump abre un nuevo escenario para la transición al coche eléctrico. Y es que los fabricantes temen que el republicano recorte los incentivos fiscales y a los créditos a las compras de vehículos eléctricos.
La excepción ha sido Tesla, que se ha disparado, ya que los inversores esperan posibles ventajas para la empresa en un entorno menos subvencionado. Dan Ives, estratega de Wedbush Securities, afirma que el tamaño y el alcance de Tesla suponen una ventaja competitiva, sobre todo en un clima en el que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos podrían encontrarse con un aumento de los aranceles que restrinja su entrada en el mercado estadounidense.
En cuanto a los fabricantes tradicionales, los analistas explican que la llegada de los republicanos podría suponer una menor presión para descarbonizar sus líneas de producción. Ford y General Motors han sido muy presionadas en tiempos recientes debido a que la transición al vehículo eléctrico planteaba problemas para su "muy rentable" negocio de camionetas, según explican los analistas de Bank of America. Con todo, estos expertos advierten que el aumento de los aranceles podría afectar a ambas compañías debido a su exposición directa e indirecta a México.