La política monetaria de la eurozona y EEUU está en el camino de pasar de restrictiva a neutral. Tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal (Fed) ya han aprobado varios recortes en los tipos de interés. Ahora, con la inflación más o menos controlada y los temores de desaceleración económica, la pregunta es hasta dónde bajarán los bancos centrales los tipos, a qué ritmo y cómo se transferirá a la economía.
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Lazard AM: "Los recortes de tipos del BCE y la Fed favorecerán a las bolsas y renta fija europeas"En este momento, tras los últimos recortes que aprobados por el BCE y la Fed en sus últimos encuentros de octubre y noviembre, respectivamente, los tipos de interés se colocan en el 3,25% en la zona euro y en el rango del 4,5%-4,75% en EEUU.
Según recogen las previsiones de CaixaBank Research, para 2025, el tipo de interés de equilibrio en EEUU se situará en un rango del 2,75%-3,25% y en la eurozona en el 1,5%-2,5%.
"En la eurozona, el BCE podría llegar a zona neutral ya en 2025, ante la combinación de un crecimiento con poco vigor en el agregado de la región y la expectativa de que la inflación se consolide en el objetivo del 2% en los próximos trimestres", explican en su último informe.
"En EEUU, nuestro escenario también es que la Fed llegue a niveles neutrales a lo largo de 2025, para evitar un enfriamiento abrupto del mercado laboral ante una desinflación que, con matices respecto a Europa, parece razonablemente encarrilada", añaden.
No obstante, matizan que la velocidad con la que tanto el BCE como la Fed llevarán sus tipos a niveles neutrales dependerá de lo rápida o lentamente que se materialice el escenario de aterrizaje suave para sus economías.
Precisamente, en cuanto al ritmo en el que estos dos bancos centrales continuarán bajando los tipos de interés apuntan que, por un lado, "recortar con demasiada cautela puede enfriar la economía más de lo deseado, arriesgando una vuelta a las débiles inflaciones de la anterior década"; por el otro, "recortar demasiado rápido podría frustrar la victoria final contra la inflación".
En su opinión, los últimos datos disponibles sugieren que el BCE se enfrenta más al primer riesgo, "con una pérdida de dinamismo ya visible en los indicadores de actividad", y la Fed al segundo, "con una economía que sigue creciendo por encima del potencial y una inflación todavía con ciertas señales de resistencia", aseguran.
En ambos casos, eso sí, tendrán que hacer frente a un tercer condicionante, la influencia de los tipos de interés en los precios de los activos financieros y los cambios drásticos que pueden generar correcciones abruptas y desencadenar turbulencias financieras, como ya ocurrió en el periodo de subidas de tipos.
Sobre su implicación la situación económica, en el servicio de estudios de la entidad destacan que el impacto de una distensión monetaria es progresivo y su efecto máximo tarda en llegar, "por lo que cabe esperar que en 2025 su empuje sea moderado".