
"No voy a ceder en absoluto". Así de rotundo se ha mostrado este jueves el presidente de EEUU, Donald Trump, al referirse a sus planes arancelarios en un momento de incertidumbre en los mercados globales motivada, precisamente, por su agenda política.
Durante una reunión en el Despacho Oval con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el mandatario estadounidense ha reiterado su intención de imponer tasas recíprocas a aquellos países que ponen barreras comerciales a los productos de EEUU. Unas tarifas que entrarán en vigor el próximo 2 de abril.
"Si nos cobran 25% o 20%, 10% o 2% o 200%, eso será lo que les cobraremos. Y no sé por qué se quejan, no hay nada más justo que eso", señaló Trump cuando anunció la medida.
Pero el presidente de EEUU está yendo más allá. Este mismo miércoles implantaba aranceles a las importaciones de acero y aluminio, y ha amenzado con imponer una tasa del 200% al vino y a otras bebidas espirituosas de la Unión Europea (UE) en respuesta a la medida adoptada por el Viejo Continente de establecer un impuesto a la importación del whisky estadounidense.
"La Unión Europea, una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, creada con el único propósito de aprovecharse de Estados Unidos, acaba de imponer un arancel del 50% al whisky. Si este arancel no se elimina de inmediato, EEUU impondrá en breve un arancel del 200% a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países con representación en la UE. Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en EEUU", ha escrito en su red social Truth Social.
Una guerra comercial que está resultando mucho más agresiva de lo que había descontado el mercado. "El problema es que, al final, este 'juego tarifario' puede terminar haciendo daño a la inversión y al consumo y, por tanto, al crecimiento económico, al menos en el corto plazo, sobre todo por la gran incertidumbre que está generando", valora Juan Fernández-Figares, director de Link Gestión.
TAMPOCO SE OLVIDA DE GROENLANDIA
En su encuentro con Rutte, Trump también ha tenido un recuerdo para Groenlandia, y al ser preguntado sobre la anexión de la isla a EEUU, ha afirmado que "sí, bueno, creo que sucederá". "Tenemos que hacerlo. Realmente lo necesitamos por seguridad nacional".
El presidente estadounidense ya ha dejado claro en repetidas ocasiones su interés en 'comprar' Groenlandia aludiendo a que se trata de "una necesidad absoluta" para la seguridad nacional.
"Necesitamos a Groenlandia para la seguridad nacional e incluso para la seguridad internacional, y estamos trabajando con todos los involucrados para intentar conseguirla". "Pero lo necesitamos realmente para la seguridad internacional y mundial, y creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra, lo vamos a conseguir". "Es una población muy pequeña, pero una extensión de tierra muy, muy grande. Y muy, muy importante para la seguridad militar", decía Trump al respecto en una sesión conjunta del Congreso en Washington a principios de marzo.