"En los últimos días, el candidato republicano Donald Trump ha estado acortando la brecha en las encuestas con la candidata demócrata Kamala Harris en importantes estados clave, lo que confirma una probabilidad sustancial de una victoria aplastante de Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre, que vemos en un 45%".
Es la visión de mercado de los analistas de la gestora suiza Julius Baer sobre el resultado de las elecciones estadounidenses, que se celebrarán el próximo martes, 5 de noviembre.
"Con el avance de Trump en las encuestas, lo que confirma una probabilidad significativa de una victoria aplastante, las expectativas de reflación están fortaleciendo el dólar estadounidense", señalan.
"Sin embargo", añaden, "la potencial incertidumbre política en caso de una victoria aplastante de Trump es un riesgo a la baja" para el 'billete verde'.
"Además", indican, "un impacto limitado de más aranceles en el déficit comercial y un mayor déficit presupuestario debido a la extensión de los recortes de impuestos podrían mantener el doble déficit amplio, lo que generaría vientos en contra para el dólar".
Según su valoración, "esta probabilidad tiene consecuencias cada vez mayores en los mercados de divisas, donde la probabilidad de políticas reflacionarias en caso de una victoria aplastante de Trump se suma a los vientos de cola del dólar".
En este sentido, afirman que la fortaleza del dólar, "en particular frente a las monedas latinoamericanas", fue causada por los "comentarios de Trump sobre su apetito por los aranceles comerciales".
Aunque, para los analistas de Julius Baer, "contrariamente a la opinión generalizada de que las políticas reflacionarias de Trump, como la extensión de los recortes impositivos temporales de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017, y tal vez incluso recortes impositivos adicionales, impulsarán el crecimiento de Estados Unidos y provocarían una reacción agresiva de la Reserva Federal, fortaleciendo el dólar, vemos riesgos de caída del dólar".
Según recuerdan, "la incertidumbre política tiene el potencial de arrastrar al dólar, como se experimentó a principios del primer mandato de Trump, cuando la disputa comercial con China estaba en ciernes".
Pero, en su opinión, "las características de refugio seguro del dólar no ayudan cuando la incertidumbre tiene su raíz en los propios Estados Unidos".
Además, consideran que "el impacto de más aranceles sobre el comercio es incierto", ya que "los aranceles más altos introducidos por Trump en 2017 sobre China no frenaron significativamente el déficit comercial de Estados Unidos".
Por ello, afirman que "un impacto limitado en el déficit comercial dejaría amplio el déficit de cuenta corriente, que a su vez es una parte del 'déficit gemelo' de Estados Unidos, con el que el dólar está históricamente correlacionado".
En este sentido, "se espera que la otra parte del 'déficit gemelo', es decir, el déficit presupuestario, se amplíe si se prorrogan los recortes impositivos y los aranceles más altos no logran compensar la caída de los ingresos fiscales".
Su conclusión es que "incluso si las expectativas de reflación fortalecen al dólar de cara a las elecciones y, aunque se produzca una victoria aplastante de Trump, un deterioro del 'déficit gemelo' en el medio plazo es un argumento poderoso para no subirse al carro de la fortaleza del dólar en ese escenario".