El petróleo ha dejado este martes las subidas atrás y su precio ha registrado descensos superiores al 4%. La cotización del crudo se ha visto afectada por las medidas para impulsar la economía de China, que otra vez hacen dudar de la fortaleza de la demanda. También por el menor temor de los inversores a que se amplíe la guerra en toda la región de Oriente Medio.
Tanto el barril de Brent como el WTI llegaron a subir más de un 3% este lunes, hasta niveles no vistos desde finales de agosto. Unas alzas que se suman al repunte del 8% de la semana pasada, cuando la materia prima logró la mayor ganancia semanal en más de un año.
Este martes, el barril de Brent ha caído a 77,60 dólares, mientras que el WTI se ha ubicado en 73,96 dólares.
China no ha logrado convencer a los inversores con sus esperados estímulos fiscales para impulsar la actividad económica en el gigante asiático. El presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Zheng Shanjie, ha anticipado varias medidas en rueda de prensa, pero no ha ofrecido novedades relevantes a los inversores.
"Los precios no lograron mantener las ganancias, ya que China no cumplió con las expectativas del mercado de un mayor gasto gubernamental. Mientras tanto, los informes sobre el aumento del suministro de petróleo de Libia solo agregaron más presión", señalan los expertos de ING.
Como añaden, "sin apoyo político, una desaceleración económica podría mantener contenida la demanda de petróleo de China en el corto y mediano plazo". Además, "hay indicios de que la producción de petróleo crudo en Libia ha superado el millón de barriles diarios por primera vez en dos meses, tras la resolución de un impasse político. Libia normalmente produce más de 1,2 millones de barriles diarios, que cayeron a menos de 450.000 barriles diarios en agosto debido a las tensiones políticas".
En Julius Baer comentan que "el conflicto en Oriente Medio está en plena ebullición y genera temores de una escalada y de interrupciones del suministro de petróleo. El escenario más probable es otro shock suave, con precios del petróleo subiendo y bajando de nuevo antes de fin de año, como sucedió a principios de este año".
Sus observaciones sobre el mercado petrolero son las siguientes: en primer lugar, la geopolítica tiende a ser un elemento temporal, ya que los precios del petróleo suben y vuelven a caer en cuestión de semanas y meses; en segundo lugar, la sensibilidad a la guerra en Gaza ha disminuido hasta ahora este año; y, en tercer lugar, los precios que se negocian en torno a los 80 dólares sugieren que el mercado anticipa una escalada.
"Parece que nos encontramos en medio de un repunte continuo del precio del petróleo. El ánimo del mercado había sido excepcionalmente bajista y la cobertura de posiciones cortas en el mercado de futuros ha impulsado el aumento de los precios en los últimos días", dicen.
En Swissquote Bank creen que "dadas las tensiones crecientes y la falta de visibilidad sobre cómo podría resolverse la compleja situación geopolítica, los precios del petróleo tienen un margen adicional para subir".
"El crudo estadounidense encuentra actualmente resistencia cerca de la media móvil de 200 días, pero es posible y probable que suba hasta esa media móvil y por encima de los 80 dólares por barril, especialmente si las instalaciones petroleras iraníes se convierten en blanco de Israel, que cuenta con el apoyo de EEUU", explica su analista sénior Ipek Ozkardeskaya.
A largo plazo, cree que, "independientemente de lo caótica que sea la situación en Oriente Medio, los precios del petróleo acabarán cediendo las ganancias geopolíticas, pero la gravedad del conflicto podría prolongar el cronograma de corrección".