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Los mercados afrontan un tramo final del año cargado de incertidumbre. Y es que si octubre es ya de por sí un mes complicado para las bolsas, con la presentación de los resultados empresariales, si se le unen las elecciones presidenciales de EEUU y las reuniones de la Reserva Federal (Fed), tras el punto de inflexión en su política monetaria, el escenario se presenta cargado de dudas. Por ello, en Goldman Sachs lo tienen claro: "Esperamos que la volatilidad aumente en las próximas semanas en los mercados de valores globales".

Tirando de hemeroteca, de media, durante los últimos 96 años, la volatilidad observada en el S&P 500 ha aumentado un 27% entre agosto y octubre.

Si bien hay quien considera que es una coincidencia que se hayan producido correcciones importantes en el mercado en octubre, los estrategas del banco estadounidense no lo tienen tan claro.

"Las presiones sobre el desempeño de las empresas (para cumplir con las expectativas del año completo) y los inversores (catalizadores de las ganancias finales para su año de desempeño) exacerban los cambios en el sentimiento de los operadores en esta época del año", analizan.

De hecho, y de nuevo recurriendo a las series de datos históricas, durante los últimos 28 años, la volatilidad de las acciones se ha centrado cada vez más en los resultados y la temporada de octubre tiende a presentar los mayores movimientos del año.

"La volatilidad tiende a ser un 25% más alta en octubre. Desde 1928, la volatilidad media del índice S&P 500 de octubre ha sido de 18. en comparación con 15 en otros meses. En las últimas décadas, la volatilidad de octubre ha sido incluso mayor y más destacada, impulsada por los picos de volatilidad en 1997, 2002, 2008, 2011 y 2022", afirman en Goldman Sachs.

Pero ¿por qué la volatilidad es tan alta en octubre? Los analistas de la entidad norteamericana creen que este hecho es más que una simple casualidad.

"Es un periodo crítico para muchos inversores y empresas que gestionan el rendimiento hasta fin de año. Estas presiones impulsan los volúmenes y la volatilidad a medida que los inversores observan los informes de ganancias, los días de analistas y las orientaciones para el año siguiente", explican.

AÑO ELECTORAL Y VOLATILIDAD

Más allá de la temporada de resultados empresariales, el calendario de 2024 cuenta con otra cita clave el próximo 5 de noviembre: las elecciones presidenciales de EEUU. La carrera hacia la Casa Blanca está muy ajustada entre la candidata demócrata, Kamala Harris, y el republicano Donald Trump y las encuestas no apuntan a un claro vencedor.

"La estacionalidad en los años electorales es mixta. La volatilidad del índice S&P 500 tiende a aumentar menos en octubre durante los años de elecciones presidenciales en EEUU, pero la volatilidad del Nasdaq tiende a aumentar más", remarcan desde la firma.

Hasta la fecha, los expertos no han visto un posicionamiento electoral significativo en el mercado de opciones, aunque prevén un mayor claridad al respecto un par de semanas antes de los comicios.

"Con la volatilidad implícita promedio de las acciones de un mes del S&P500 en su percentil 48 en comparación con el año pasado, recomendamos a los inversores emplear estrategias de opciones largas antes de un probable aumento de la volatilidad durante el próximo mes", concluyen en Goldman Sachs.

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