
España lideró al cierre de 2024 el crecimiento económico en la eurozona, con un avance del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,2%, cinco décimas más que un año antes. ¿Se trata de algo en lo que tiene que ver exclusivamente el turismo? Los analistas de Nomura creen que detrás de la resiliencia española hay más.
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En su opinión, "el mercado probablemente esté subestimando el importante papel que España podría desempeñar en el medio plazo para apoyar el crecimiento de la zona euro, creyendo que su fortaleza reciente es solo temporal y se debe al turismo".
Destacan que la economía española sigue superando expectativas. En el cuarto trimestre, el PIB creció un 0,8%, "consolidando su posición como la economía con mejor desempeño de la eurozona desde 2021".
De hecho, España ha superado a la eurozona cada trimestre desde el tercero de 2021, con un crecimiento promedio del 1% por trimestre, en contraste con el 0,4% de la eurozona.
Es más, tras conocerse estos datos, desde el Gobierno acaban de revisar al alza sus previsiones macroeconómicas ante un patrón de crecimiento "robusto" y unas "buenas perspectivas".
Ahora, estiman que el crecimiento será del 2,6% en 2025 y del 2,2% en 2026, registrando un "crecimiento equilibrado" en los próximos años que se apoyará, principalmente, en el consumo privado y la inversión, según ha expresado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Aunque es cierto que el turismo sigue siendo un motor clave, los datos de 2024 indican que el crecimiento es más amplio y estructural. "La continua fortaleza de la demanda interna (es decir, el consumo de los hogares y la inversión fija) subraya que la mayor resiliencia de la economía española es algo más que el turismo. Además, el mercado laboral español es sólido", añaden en Nomura.
Como detallan, el consumo de los hogares creció un 1% y la inversión fija un 2,8%, mientras que el desempleo bajó al 11,2%, tras haber disminuido de manera constante desde un máximo histórico del 26,3% en abril de 2013, con creación de empleo en todos los sectores, incluidos los sectores altamente productivos, y no solo el turismo.
En este sentido, vaticinan que la inversión y el empleo en sectores clave podrían elevar el crecimiento de España en los próximos años. "La fuerte inversión y la creación de empleo en los sectores altamente productivos deberían elevar el crecimiento potencial de España en el medio plazo", aseguran.
De su lado, en Oxford Economics apuntan que, "debido al alto impulso y al sólido punto de partida", el crecimiento español va camino de superar su previsión del 2,5% este año, "lo que la sitúa una vez más como la economía de más rápido crecimiento entre las cuatro grandes de la eurozona".
Para los expertos de ING, el ritmo de crecimiento español "sigue desafiando las expectativas" y coinciden en señalar que, en 2024, estuvo impulsado principalmente por la demanda interna y la inversión empresarial.
"Si bien el crecimiento de las exportaciones se desaceleró, el de las importaciones se aceleró, reduciendo a casi cero la contribución de la demanda externa al crecimiento del PIB. Por sectores, el crecimiento estuvo sostenido por los sectores manufacturero y de servicios, que siguieron expandiéndose, mientras que la actividad de la construcción también aumentó", dicen.
Dado que el crecimiento en el cuarto trimestre ya está impulsado por la demanda interna y la inversión empresarial, esperan que estos componentes sigan siendo los principales impulsores del crecimiento en 2025. Además, junto con un mercado laboral sólido, prevén que el consumo siga aumentando junto con el crecimiento del ingreso disponible.
"Estos factores deberán mantener su impulso en un entorno complicado en la eurozona, que sigue siendo un mercado de exportación crucial para España. Hasta ahora, teníamos una previsión de crecimiento del PIB del 2,2% para 2025, pero a la luz de las cifras actuales, esa previsión podría resultar demasiado pesimista", reconocen.