
El S&P 500 ha experimentado una fuerte corrección en las últimas semanas, con una caída del 10% en tan solo 22 días desde sus máximos históricos, "lo que marca la sexta corrección más rápida en los últimos 75 años", según destacan desde Goldman Sachs.
Según sus expertos, esto es debido a "una fuerte desaceleración del crecimiento estadounidense, en gran medida debido a la incertidumbre arancelaria y a la presión sobre las acciones tecnológicas estadounidenses".
¿QUÉ ESPERA MORGAN STANLEY?
En una línea similar, los estrategas de Morgan Stanley resaltan que el nivel de sobreventa de Wall Street es el más alto desde 2022, lo que explica el rebote del mercado en los últimos días.
Además, su analista jefe de renta variable, Mike Wilson, considera que el S&P 500 mantendrá su rebote de corto plazo desde los 5.500 puntos, "liderado por las acciones de menor calidad y beta más alta, que han sido las que más se han vendido".
Su previsión es que el S&P 500 siga subiendo hasta niveles de 5.900 puntos (cerró este lunes en 5.767 enteros).
No obstante, para Wilson, la pregunta más importante es si este rebote se prolongará y marcará el fin de la volatilidad observada hasta la fecha. "La respuesta corta es: probablemente no", señala tajantemente.
"DAÑOS TÉCNICOS SIGNIFICATIVOS"
Para justificar esta posición, afirma que, "desde un punto de vista técnico, los principales índices han sufrido daños significativos, superiores a los que observamos en recientes correcciones del 10%, como la del verano pasado".
"Más específicamente", añade, "los índices S&P 500, Nasdaq 100 y Russell 1000 han perdido sus respectivas medias móviles de 200 días, lo que convierte estos niveles en resistencia, en lugar de soporte. Mientras tanto, muchas acciones se acercan a una corrección del 20%, con el Russell 2000, de menor calidad, cayendo por debajo de su media móvil de 200 semanas por primera vez desde el mercado bajista de 2022".
"Como mínimo", razona Wilson, "este tipo de daño técnico tardará en repararse, incluso si no se produce una degradación adicional de los precios a nivel de índices".
"UN PRIMER SEMESTRE DIFÍCIL"
Wilson explica que, "para pronosticar una recuperación mayor y sostenible, es importante reconocer qué ha impulsado realmente esta corrección". Según sus conversaciones con inversores institucionales, "parece haber mucha atención en los anuncios arancelarios y otros anuncios de políticas rápidas de la nueva administración. Si bien estos factores están afectando la confianza, otros factores iniciaron esta corrección en diciembre".
En este sentido, recuerda que su análisis para 2025 ya anticipa "un primer semestre más difícil por varias razones", como las fuertes ganancias de Wall Street en 2024, la pausa de la Fed en su proceso de recorte de tipos y su previsión de menor gasto en inteligencia artificial (IA), que se ha visto reforzada por el éxito de la china DeepSeek.
"Si a esto le sumamos la aplicación de la normativa migratoria" del nuevo gobierno en EEUU, "el exceso de expectativas del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y los aranceles, no sorprende que las expectativas de crecimiento estén afectando a la renta variable en forma de múltiplos más bajos", argumenta Wilson.
RANGO DE 5.500 A 6.100 PUNTOS PARA EL S&P 500
Para este experto, todos estos factores justifican una previsión de movimiento lateral para el S&P 500 entre 5.500 y 6.100 puntos durante "el primer semestre del año".
"Finalmente, el presidente Trump ha indicado recientemente que no se centra en el mercado bursátil a corto plazo como barómetro de sus políticas y agenda. Quizás, más que cualquier otra cosa, esto fue lo que provocó la reciente caída técnica del S&P 500", añade Wilson.
En su opinión, "se necesitará algo más que un mercado sobrevendido para lograr un repunte más sostenido. Las revisiones de beneficios son la variable más importante y, si bien podríamos observar cierta fortaleza estacional o estabilización en ellas, creemos que este factor tardará algunos trimestres en retomar una tendencia alcista positiva".
Así, Wilson recuerda que "los cambios en las políticas que favorecen el crecimiento, como las rebajas de impuestos, la desregulación, un menor efecto de desplazamiento y menores rendimientos, podrían llegar más adelante en la segunda mitad del año, pero creemos que es demasiado lejano para que el mercado lo contemple por ahora".
Finalmente, razona, "aunque la opción de Trump aparentemente no existe, la opción de la Fed sigue vigente, en nuestra opinión. Sin embargo, esto probablemente requerirá que las condiciones empeoren, ya sea en el crecimiento, especialmente en el empleo, o en el mercado de crédito y financiación, ninguno de los cuales sería positivo para la renta variable inicialmente".
En resumen, concluye Wilson, "un repunte a corto plazo parece más probable", pero "es improbable que el repunte actual alcance nuevos máximos hasta que se reviertan los numerosos obstáculos al crecimiento o se flexibilice la política monetaria".
Para este estratega, "la transición de una economía dominada por el gobierno a una con mayor participación privada debería, en última instancia, ser mejor para muchas acciones. Sin embargo, el camino llevará tiempo y es improbable que sea fácil".
En este sentido, su previsión para el S&P 500 a final de año se encuentra en 6.500 puntos, lo que implica una recuperación del mercado a final de año, conforme los inversores comiencen a descontar una recuperación más sólida en 2026.