El Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido en su reunión de noviembre recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 4,75%, cumpliendo con lo previsto, y situándolos en el nivel más bajo desde junio de 2023, ante el "continuo progreso en la desinflación". Supone la segunda bajada de tipos de este año tras iniciar el ciclo en agosto.
Según palabras del gobernador del BoE, Andrew Baile, "si la economía evoluciona como esperamos, es probable que los tipos de interés sigan cayendo gradualmente a partir de ahora". No obstante, ha añadido que "necesitamos asegurarnos de que la inflación se mantenga cerca del objetivo, por lo que no podemos recortar demasiado rápido o en exceso".
"Se han producido avances constantes en la desinflación, en particular a medida que se han atenuado los shocks externos anteriores, si bien las presiones inflacionarias internas restantes se están resolviendo más lentamente", señalan en el documento publicado tras el encuentro.
Según los últimos datos, en septiembre, la inflación de Reino Unido cayó al 1,7%, situándose por debajo del objetivo del 2% por primera vez en más de tres años. Sin embargo, espera que aumente a alrededor del 2,5% para finales de año, para bajar al 2,2% en el último trimestre de 2026 y descender al 1,8% en 2027.
El Comité de Política Monetaria (MPC) ha votado por una mayoría de 8 (Andrew Bailey, Sarah Breeden, Swati Dhingra, Megan Greene, Clare Lombardelli, Huw Pill, Dave Ramsden y Alan Taylor) a 1 (Catherine L. Mann) reducir los tipos, mientras que un miembro prefirió mantenerlos en el 5%.
Para ello, los miembros del BoE han tenido en cuenta varios factores. En primer lugar, como explican, que la mayor parte de la persistencia restante de la inflación puede disiparse rápidamente a medida que la dinámica de los salarios y la fijación de precios continúe normalizándose tras la desaparición de los shocks globales que impulsaron la inflación.
En segundo lugar, que puede ser necesario un período de holgura económica para normalizar por completo esa dinámica. Y, por último, que cierta persistencia inflacionaria también puede reflejar cambios estructurales en el comportamiento de los salarios y la fijación de precios.
"Cada caso tendría diferentes implicaciones en cuanto a la rapidez con la que se podría retirar la restricción de la política monetaria", dicen.
El organismo británico ha reiterado que "la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante un tiempo suficiente hasta que se hayan disipado aún más los riesgos de que la inflación vuelva de manera sostenible al objetivo del 2% en el medio plazo".
Por otro lado, el BoE prevé ahora un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido del 1% 2024, del 1,5% en 2025 y del 1,25% tanto en 2026 como 2027. En sus anteriores proyecciones, el avance se situaba en el 1,25% en 2024, el 1% en 2025 y el 1,25% en 2026.