Mercedes no atraviesa por su mejor momento. El fabricante de automóviles alemán decepcionaba el pasado mes de octubre con unos resultados trimestrales "discretos" y "peores de lo esperado", después de haber lanzado un 'profit warning' en septiembre. Para superar este 'bache', la empresa ha puesto en marcha medidas de austeridad destinadas a reducir costes.
"En los próximos años reduciremos nuestros costes en varios miles de millones de euros al año", ha avanzado un portavoz de la compañía al diario 'Handelsblatt', aunque sin especificar de qué tipo de iniciativas se trataría.
Con todo, sí ha querido aclarar que este plan de ajuste viene justificado por la tensa situación de la industria automovilística. "La situación económica sigue siendo extremadamente volátil en todo el mundo. Sólo a través de un aumento sostenido de la eficiencia se puede mantener la solidez financiera y la capacidad de actuar. Un ahorro significativo, incluidos los costos fijos, habría colocado a la empresa en una buena posición inicial. Continuamos por este camino con calma pero con extrema coherencia", ha señalado.
Los ingresos de Mercedes en el tercer trimestre han descendido un 6,7%, hasta 34.528 millones de euros, por debajo de los 36.550 millones previstos; y el beneficio neto ha caído un 52%, hasta 1.720 millones, frente a los 2.315 millones anticipados.
Asimismo, la empresa ha recortado su guía de 2024 por la debilidad en el entorno macro y en particular por la baja demanda en China, que supone el 30% de su EBIT y que "está afectando ya al segmento más premium de la división de Coches (73% EBIT)".
El fabricante alemán de vehículos de alta gama se une así a otras compañías germanas como BMW y Porsche, que recientemente han recortado sus previsiones de beneficios por las menores ventas en el gigante asiático.