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Uno de los temas de esta semana está siendo, sin duda, el de los estímulos que el gobernador del Banco Popular de China (PBoC) anunció este martes, junto a las medidas que se pusieron ya en marcha el lunes y este miércoles, con varios recortes de tasas por parte del banco central. El mercado no esperaba este movimiento de China y el mercado, como viene siendo habitual cada vez que el gigante asiático ha anunciado medidas en los últimos tiempos, sigue considerando insuficientes estas últimas.

Tal es así que los expertos de Julius Baer no han tocado su previsión de crecimiento del gigante asiático. Continúan esperando que la economía china crezca un 4,5% en 2024 y un 4,0% en 2025, frente al objetivo oficial del Gobierno para este año de "alrededor del 5%".

"Estas medidas no resolverán el problema de la demanda en la economía china. Las tasas de interés más bajas y la liquidez adicional harán poco para activar la demanda de crédito en el entorno actual de baja confianza y presiones deflacionarias", escribe Sophie Altermatt, economista de Julius Baer.

Las medidas incluyen recortes en la tasa de reserva obligatoria (RRR), la tasa de recompra inversa a siete días y la tasa hipotecaria existente, así como una línea de swap para que las empresas de valores, fondos y compañías de seguros accedan a liquidez del banco central para comprar acciones. Altermatt añade que, aunque todos estos estímulos son un paso positivo y pueden ayudar a mejorar el sentimiento del mercado, "su impacto en la economía real es muy limitado".

"La flexibilización monetaria debe complementarse con medidas fiscales efectivas. Hasta ahora, la emisión de bonos gubernamentales se ha acelerado después de un comienzo lento a principios de año, pero esto no se ha traducido en una mayor actividad fiscal expansiva".

Dentro del paquete de apoyo del PBoC, la reducción de las tasas hipotecarias existentes está más directamente relacionada con las finanzas de los hogares, ya que reduce la carga de intereses para los propietarios actuales. El PBoC estima que esto podría ahorrar a los hogares alrededor de 150.000 millones de renminbis en pagos de intereses.

"Esto representaría aproximadamente el 0,3% del consumo total de los hogares en 2023. Por lo tanto, aunque ofrece algún alivio, no es un cambio radical para los hogares". "Queda por ver si los hogares y la economía en general pueden contar con medidas de apoyo adicionales desde el lado fiscal", insiste la experta.

IMPACTO DE CORTO PLAZO

El petróleo y los metales subieron este martes impulsados por las medidas anunciadas por China, pero el miércoles esas alzas se diluyeron. Los precios del aluminio y el cobre subieron alrededor del 2,5% el martes, mientras que los precios del mineral de hierro y el acero se dispararon entre un 4% y un 8%. Desde Julius Baer creen que el impacto de los anuncios será de corto plazo en el caso de los metales.

"Estos movimientos tan bruscos suelen señalar ajustes de posiciones por parte de los operadores especulativos a corto plazo en los mercados de futuros, quienes se encontraron en una situación desfavorable, más que un cambio en los fundamentos del mercado", explica Carsten Menke, Jefe de Investigación Next Generation de Julius Baer.

Teniendo en cuenta los desafíos estructurales que enfrenta la economía china -principalmente una población en disminución, una urbanización en desaceleración y el alto nivel de endeudamiento de los consumidores-, el experto no cree que el paquete de estímulos anunciado sea suficiente para cambiar de manera sostenible del mercado inmobiliario.

"En términos simples, habrá menos demanda de apartamentos en el futuro y, como resultado, también menos demanda de materiales de construcción, como los metales industriales".

Menke considera igualmente que se necesitan medidas fiscales mucho mayores por parte del Gobierno chino para abordar algunos de los problemas que enfrenta la economía, especialmente el alto endeudamiento y el elevado desempleo.

"En este contexto, no vemos la necesidad de cambiar nuestras opiniones. Nos gustan menos el hierro y el acero debido a su excesiva exposición a la actividad de construcción en China y al amplio suministro general. En contraste, preferimos el cobre debido a su exposición a una demanda estructuralmente creciente por la transición energética y las limitadas existencias en las minas", comenta.

Respecto al petróleo, el martes subió impulsado por el anuncio de las medidas, pero el miércoles volvió a los números rojos.

"Persisten las preocupaciones de que se necesitaría más apoyo fiscal para reforzar la confianza en la economía china. Esta incertidumbre genera dudas sobre el crecimiento sostenido de la demanda, lo que afectó los precios del crudo", afirma George Khoury, jefe global de investigación en la firma CFI Financial Group, en línea con lo que opina Julius Baer.

Para Norbert Rücker, Jefe de Economía y Next Generation de Julius Baer, el ánimo en el mercado del petróleo es "pesimista", con más vientos en contra que a favor. "Las últimas medidas de flexibilización de China no son un factor decisivo, y el apoyo político continuo está acelerando la transición energética. Es probable que China ya haya alcanzado su máximo de demanda de petróleo. En el largo plazo, prevemos que los precios se muevan a la baja hacia los 70 dólares por barril".

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