La energía y las gasolinas han contribuido a que la inflación de Francia se moderara en agosto, cuando el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 1,8% en tasa interanual, frente al 2,3% de julio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
Como se detalla, esta caída de la inflación se explica por la "muy clara desaceleración" de los precios de la energía, que subieron un 0,4% después del 8,5% del mes anterior.
También a que los productos petrolíferos "cayeron fuertemente", ya que se abarataron un 8,2% después de la subida del 1,1% de julio, debido a la caída del gasóleo (-9,6% después del +0,8%), de la gasolina (-6,9% después del -0,4%) y de los combustibles líquidos (-9,5% después del +6%).
Los precios de la electricidad también se desaceleraron significativamente (10,5% después de 19,5%) debido principalmente a un efecto de base vinculado al aumento de los precios regulados de la electricidad aplicados desde el 1 de agosto de 2023.
Por el contrario, los precios de los servicios se aceleraron un 3% en agosto después de la subida del 2,6% en el mes previo, una aceleración que se explica por el fuerte repunte de los precios de transporte, que subieron un 4,5% después de bajar un 0,9% en julio.
Por su parte, los productos alimentarios (0,5%), los productos manufacturados (-0,1%) y el tabaco (8,7%) evolucionaron prácticamente igual que en julio.
En cuanto a la inflación subyacente, se acelera y se sitúa en el 1,7% en agosto, frente al 1,5% del mes anterior.
