
¿Es el mercado de Estados Unidos demasiado bueno para ser verdad? Es la pregunta que se hace William F. “Ted” Truscott, consejero delegado (CEO) de la gestora de activos Columbia Threadneedle Investments.
El directivo analiza dónde ve oportunidades de mercado y los posibles riesgos para los inversores en 2025, con Donald Trump ya en la Casa Blanca. "Aunque nadie puede predecir realmente lo que nos deparará este año, hemos identificado algunas áreas de oportunidad -y algunos posibles tropiezos- a los que prestar atención en el mercado en general y también dentro del sector de la gestión de activos", explica Truscott.
Este experto destaca que "los inversores siguen demandando en masa a los mercados estadounidenses", que suponen "aproximadamente el 70% de la capitalización bursátil mundial", pese a que EEUU "solo representa alrededor del 30% del PIB mundial".
En su opinión, la solidez económica de EEUU, el dominio de las grandes tecnológicas y las buenas previsiones para los beneficios justifican "la continua fortaleza de la renta variable estadounidense".
Sin embargo, también destaca que "las valoraciones siguen siendo elevadas, y aunque están respaldadas por unos fundamentales de beneficios y crédito sólidos en estos momentos, no existe un margen de seguridad significativo si algo va mal en el futuro".
En este escenario, Truscott considera que "es más difícil encontrar oportunidades atractivas en mercados caros". Sobre todo teniendo en cuenta "la volatilidad geopolítica", que "exige un margen de seguridad en las carteras".
EL IMPACTO DE DONALD TRUMP
Sobre el impacto de las políticas de Donald Trump, destaca que "los aranceles representan un impuesto sobre los bienes importados; y esos aumentos a menudo se trasladan a los consumidores en forma de precios más altos".
Y si esto conduce a una mayor inflación, "podríamos ver los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 o 30 años alcanzar el 5%-6%", alerta. Aunque "también podría haber efectos compensatorios, como entradas de capital, que podrían beneficiar a los mercados nacionales de renta variable y renta fija", precisa.
LA IMPORTANCIA DE LA DIVERSIFICACIÓN
En su opinión, "la diversificación ha vuelto y puede ayudar a los inversores a amortiguar la volatilidad", si los inversores "miran más allá" de las grandes tecnológicas.
Por ejemplo, afirma que "Japón está avanzando mucho en su intento de convertir su economía basada en la banca y el ahorro en una economía de inversión, y es probable que se acelere. Aunque no es un mercado barato, no es tan caro como otras economías desarrolladas. Las empresas japonesas suelen estar poco endeudadas y el entorno político general es relativamente estable".
Además, explica que "los inversores tienen la oportunidad de adquirir pequeñas empresas de calidad a un precio atractivo. Aunque las empresas más pequeñas son más arriesgadas por definición, las pequeñas capitalizaciones nacionales actuales han estado descontadas durante un tiempo y las valoraciones son atractivas".
Por último, señala que "crece la demanda de activos alternativos y también su disponibilidad para una base más amplia de inversores". Aunque "dado que la inversión en activos alternativos es menos líquida que las clases de activos tradicionales, los inversores deben sopesar la posibilidad de si pueden obtener mayores rendimientos y diversificación a costa de una menor liquidez", concluye Truscott.