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El líder del Partido Laborista y previsible nuevo primer ministro británico, Keir Starmer.Sharecast / Number 10 / CC-BY-2.0-DEED

Es curioso cómo la sorpresa de Emmanuel Macron de adelantar las elecciones ha dejado completamente en un segundo plano la cita que los ingleses tienen con las urnas este jueves. Pero esta no es la única razón por la que este encuentro tiene mucho menos interés para los mercados que la segunda vuelta de las elecciones galas de este próximo domingo. El principal motivo es que, mientras la situación política en Reino Unido puede considerarse actualmente "aburrida", lo cual se interpreta como algo positivo, en Francia están saltando chispas y pueden venir muchos más problemas y fricciones en función de lo que ocurra el fin de semana.

Así pues, el mercado ciertamente no está preocupado por el esperado giro político en Inglaterra este jueves, con el triunfo previsto de los laboristas. De hecho, dice Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, que la menor fortaleza en el Ftse 100 de los últimos días -"la incertidumbre electoral aparentemente mantiene a los alcistas al margen"- debería aprovecharse para tomar posiciones.

"Los retrocesos de precios en el Ftse 100 probablemente sean oportunidades interesantes para fortalecer posiciones largas en acciones británicas con gran peso en el sector energético, que deberían beneficiarse plenamente de las operaciones de reflación una vez pasadas las elecciones", afirma.

El Ftse 100 no lo ha hecho nada mal en los últimos trimestres. El índice sumó, al cierre de junio, su cuarto trimestre seguido con saldo positivo tras alcanzar un máximo histórico en mayo. Además, hay previsiones optimistas de cara a la segunda mitad del año, con expectativas de mayor estabilidad política, un próximo recorte de tipos del Banco de Inglaterra (BoE) y mejores flujos de reflación.

UNA POLÍTICA "ABURRIDA"

Desde Rabobank comentan que, en contraste con lo que se está viviendo en Francia, donde los posibles resultados del domingo -un Parlamento dividido o una mayoría absoluta de extrema derecha- abren un panorama muy preocupante, en Reino Unido, la política es actualmente "relativamente aburrida".

Atrás parecen haber quedado las incertidumbres con las que ha tenido que lidiar Inglaterra en los últimos años, como todos los problemas que llegaron con el Brexit, el caos del Gobierno de Boris Johnson y los shocks fiscales provocados por el corto periodo como primera ministra de Liz Truss. Además, ha habido una pandemia y una crisis energética.

"Si hay algo positivo que sacar del periodo de liderazgo de Truss es que otros políticos de Reino Unido probablemente no cometerán los mismos errores. La masiva venta de bonos del Gobierno (gilts) y de la libra desencadenada por el deseo de Truss de aumentar el gasto no es algo con lo que otros políticos quieran ser asociados", comentan desde Rabobank. "El actual ministro de Hacienda, Hunt, entiende que una gestión fiscal prudente y una política aburrida son buenas para la estabilidad del mercado, el potencial de inversión y el apoyo a la libra".

La ministra de Hacienda en la sombra, Rachel Reeves, quien ocuparía este puesto si el Partido Laborista gana las elecciones mañana, ha indicado que la gestión prudente del Presupuesto también será un tema clave si los laboristas llegan al poder.

"La relación deuda pública/PIB de Reino Unido está actualmente en su nivel más alto desde 1961, lo que significa que hay muy poco margen fiscal en Reino Unido. El Partido Laborista ha estado cortejando a los inversores con promesas de cambios en el lado de la oferta. Tanto Hunt como Reeves parecen entender la importancia de la inversión del sector privado si el crecimiento de Reino Unido quiere acelerarse", dice Rabobank. "Siempre que una mayoría laborista evite dramas parlamentarios, el crecimiento de la inversión en Reino Unido debería mejorar y la libra puede continuar su lenta recuperación de la caída inducida por Truss en 2022".

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