trump harris
El expresidente de EEUU, Donald Trump, y la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris.

Hay varios puntos clave que deben tenerse en cuenta sobre las elecciones que se celebran hoy martes en EEUU. Lo primero, que las encuestas vaticinan un resultado muy ajustado entre los dos candidatos, Donald Trump y Kamala Harris; lo segundo, que atendiendo a esta predicción, va a tardar en conocerse el nombre del nuevo presidente de EEUU; y, lo tercero, que esto abre un panorama de incertidumbre que afectará a los mercados y que, en opinión de los analistas de Bankinter, va a paralizar a las bolsas, pero solo durante un tiempo.

"Las elecciones americanas dejarán frío al mercado un tiempo. Las bolsas se pararán y las tires de los bonos repuntarán, ya lo están haciendo, pero su impacto se diluirá progresivamente", señalan desde el banco.

Y es que Bankinter hace hincapié en la solidez de las instituciones americanas, lo que resta impacto al resultado electoral. Un reparto de poder en las Cámaras, como se espera, haría que el margen de actuación del nuevo Gobierno quedara limitado, lo que también contribuiría a que el impacto del resultado electoral se viera amortiguado.

Javier Molina, analista sénior de eToro, habla asimismo de la "capa adicional de incertidumbre" que traerá el resultado electoral de EEUU, y hace alusión a las posibles consecuencias concretas, si gana uno u otro, que vienen repitiendo los estrategas y que ya les hemos contado con anterioridad:

"Si los republicanos logran una 'sweep roja' (control total), los inversores anticipan políticas fiscales expansivas, posibles aumentos de aranceles y restricciones migratorias que podrían presionar aún más los rendimientos de los bonos y alterar las dinámicas económicas. Aunque un enfoque 'pro-bitcoin' y una mayor apertura hacia la innovación financiera parecen probables en un Gobierno republicano, también existe el riesgo de políticas inflacionarias derivadas de estímulos fiscales más agresivos", afirma Molina.

"Por otro lado, si el control permanece dividido o con una orientación demócrata, el enfoque hacia una regulación más estricta y posiblemente un manejo más cauteloso del gasto fiscal podría prevalecer, pero esto podría limitar la flexibilidad para estimular sectores clave como el manufacturero. Este escenario también podría mantener a la Fed bajo presión para sostener tipos altos si la inflación persiste, dificultando aún más el crecimiento económico", añade.

"Cualquier resultado en el que un solo partido se haga con el control del Congreso y de la presidencia no sería bien acogido por los mercados de renta variable y de bonos"

Thomas Hempell, jefe de Análisis Macro y de Mercado en Generali AM, reconoce que los ajustados sondeos dejan un amplio abanico de posibles implicaciones para el mercado.

"Los mercados parecen muy inclinados hacia una victoria de Trump, descontando también una alta probabilidad de control republicano del Congreso. Una barrida republicana parece bastante probable si gana Trump, mucho menos en caso de Harris", dice Hempel, y añade que, dado lo ajustado de los sondeos, es muy posible que el resultado se decida por unos pocos votos en uno o muy pocos Estados.

"Por ahora, sugerimos una asignación equilibrada entre valores cíclicos y defensivos de la UE. En primer lugar, tras las elecciones, suele mejorar el sentimiento y hay más posibilidades de un impulso más positivo del ISM. El ciclo de relajación del BCE es un factor positivo adicional, y el estímulo chino podría aliviar parte del actual sentimiento negativo sobre los exportadores de la UEM".

Deborah A. Cunningham, jefa de inversiones global de Liquidity Markets, opina, como muchos otros, que gane quien gane, es posible que aplique políticas inflacionistas con impacto a largo plazo en la deuda nacional.

"Creemos que a los votantes les gustaría que la Fed evitara un movimiento esta semana, pero está obligada a hacer algo", opina la estratega. "Un recorte de 25 puntos básicos ayudaría a mantener los tipos estables en diciembre y reanudar la relajación en enero", comenta.

MEJOR UN REPARTO DE PODER

Juan José Fernández-Figares, director de Gestión IICs de Link Análisis, comparte la idea de que el resultado es muy incierto. Opina que, gane quien gane, y dado los programas de ambos que apuntan a continuar aumentando el déficit público y la deuda del país, el resultado más positivo para los mercados sería que una de las cámaras del Congreso, bien la Casa de Representantes (cámara Baja), bien el Senado (cámara Alta), cayera en manos del partido contrario.

"Ello limitaría la capacidad de acción de la nueva Administración e impediría adoptar políticas fiscales en exceso expansionistas, algo que, de suceder, podría volver a impulsar la inflación al alza, además de, como hemos señalado, continuar aumentando los desequilibrios en lo que hace referencia al endeudamiento, forzando al banco central estadounidense a mantener políticas monetarias restrictivas. Por tanto, entendemos que, cualquier otro resultado, en el que un solo partido se haga con el control del Congreso y de la presidencia, no sería bien acogido por los mercados de renta variable y de bonos, aunque nunca se sabe cómo pueden reaccionar los inversores".

A nivel sectorial, el resultado de las elecciones sí podría generar “vencedores y vencidos”, afirma Fernández-Figares.

"De este modo, y en el caso de que sea el expresidente Trump el que se haga con la victoria, sectores favorecidos por sus promesas de desregulación como el financiero, el energético o el industrial, podrían reaccionar positivamente. Si, por el contrario, es la vicepresidenta Harris la que se hace con la presidencia, el sector de renovables y el del automóvil eléctrico saldrían muy favorecidos".

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