Frenazo en seco del sector automovilístico europeo este martes tras el desplome en bolsa de BMW (-11,15%) que ha recortado previsiones debido a un problema en el sistema de frenos que le provee el fabricante de neumáticos y componentes Continental, que también ha registrado fuertes pérdidas (-10,51%). Así, Volkswagen (-3,38%), Mercedes (-4,88%) o Renault (-3,10%) han cerrado en rojo.
El fallo afecta a 1,5 millones de vehículos, que deberán ser llamados a revisión y, según ha explicado la compañía, provocará una ligera disminución en las entregas respecto al año anterior y una caída del margen Ebit al 6%. Asimismo, el retorno sobre el capital empleado (RoCE) se situará entre el 11% y el 13%.
"Se estima que el flujo de caja libre en el segmento de automoción será superior a 4.000 millones de euros para el ejercicio 2024. A partir de hoy, las ganancias descritas junto con el inventario adicional tendrán un impacto en el tercer trimestre mucho más que en el cuarto trimestre", ha añadido la empresa alemana de vehículos.
En este sentido, la firma ha detallado que se ha visto obligada a ajustar sus previsiones para el ejercicio de 2024 por los vientos en contra adicionales en el segmento automotriz como "resultado de paradas de entregas y acciones técnicas vinculadas al Sistema de Frenado Integrado (IBS) que proporciona un proveedor".
"Las interrupciones en la entrega de vehículos que aún no están en manos de los clientes tendrán un efecto negativo en las ventas mundiales en el segundo semestre del año. Las medidas técnicas relacionadas con el IBS afectan a más de 1,5 millones de vehículos y dan lugar a costes de garantía adicionales por un importe de tres dígitos en millones en el tercer trimestre", ha informado.
Paralelamente a este efecto, la continua moderación de la demanda en China está afectando los volúmenes de ventas. "A pesar de las medidas de estímulo del gobierno, la confianza de los consumidores sigue siendo débil", ha indicado BMW.
El sector del automóvil europeo atraviesa una situación delicada. Volkswagen, por ejemplo, se enfrenta a un mes de octubre 'caliente' después de que el mayor sindicato de Alemania, IG Metall, no descarte la posibilidad de convocar huelgas en las plantas de la compañía si la automovilística suprime los acuerdos de seguridad laboral y cierra dos de sus fábricas.
Cabe recordar, que la empresa tiene intención de cerrar al menos "una planta de vehículos y una de componentes en Alemania" (estos eventuales cierres seguirían a los anunciados en su planta de Bélgica) con el objetivo de reducir costes y recuperar la rentabilidad en su marca principal (que continúa significativamente por debajo de la media de su segmento, 3,6% frente al 6%).
