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El dólar estadounidense sigue fortaleciéndose. El 'billete verde' ha alcanzado un máximo de dos años frente a varias monedas como el euro o la libra esterlina, que en estos momentos se intercambian por 1,02 y 1,21 dólares, respectivamente. De hecho, el índice del dólar (DXY), que mide el valor de la moneda norteamericana frente a una cesta divisas, ha superado los 110 puntos en las últimas horas.
La presión que están experimentando las divisas también se observan en Asia. Por ejemplo, la rupia india ha marcado un mínimo histórico esta sesión y los expertos destacan que una depreciación significativa de la divisa podría avivar la inflación, que sigue frenándose en el país asiático.
Por su parte, el yuan chino desafió la tendencia y subió ligeramente el lunes después de que Pekín se haya comprometido a reforzar los esfuerzos para defender su moneda divisa, relajando las reglas para permitir más préstamos en el extranjero. La moneda china ha estado bajo una renovada presión, en parte debido a la decepción de los inversores por la falta de nuevos estímulos de Pekín para apuntalar su debilitada economía. "El Banco Popular de China (PBoC, por sus siglas en inglés) está haciendo todo lo posible para mantener la estabilidad del yuan", señala Christopher Wong, estratega de divisas en OCBC, en declaraciones a 'Reuters'.
Estos movimientos al alza del dólar se producen tras la publicación de varios datos macroeconómicos mejores de lo esperado en Estados Unidos. El último y más importante ha sido el dato de empleo de diciembre, que mostró la creación de 256.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas en la primera economía del mundo. Esta cifra se situó bastante por encima de lo esperado, ya que el consenso de mercado anticipaba una cifra en torno a las 160.000 nuevas nóminas. De igual modo, la tasa de paro cayó una décima porcentual, hasta el 4,1%.
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La solidez del empleo hará que la Fed "tarde más en realizar otro recorte de tipos"Esta cifra ha recortado todavía más las expectativas de recortes de los tipos de interés por parte del mercado, que ya eran bastante bajas tras la última reunión de la Reserva Federal (Fed). Cabe recordar que, en diciembre, el banco central estadounidense redujo a la mitad su previsión de reducción de las tasas oficiales en 2025 a la mitad, hasta 50 puntos básicos (pb), por la preocupación que suscitan, entre otros, los efectos que pueden tener las políticas del nuevo Gobierno de Donald Trump en la inflación y en el crecimiento económico. Según la herramienta FedWatch de CME, el mercado cree que no se realizará ningún recorte en los cónclaves de enero, marzo y mayo, los tres primeros del año.
"Sin signos evidentes de debilitamiento, sospechamos que la Fed estará encantada de hacer una pausa en su ciclo de flexibilización en su próxima reunión de enero, tal y como se señaló en términos generales en diciembre. Seguimos siendo de la opinión de que la Fed solo realizará un recorte este año y, aunque todavía lo prevemos para marzo, reconocemos que la Fed se guiará por los datos. Sin embargo, prevemos que la Fed reanudará los recortes de tipos en 2026, como resultado del impacto neto negativo en el crecimiento que creemos que tendrán los programas económicos poco ortodoxos de la nueva Aaministración", apunta David Page, director de investigación macroeconómica de AXA IM.
"La gran pregunta para el mercado ahora es si la Fed realmente necesita recortar las tasas este año", afirma Chris Turner, jefe global de mercados de ING. Según este experto, la fortaleza del dólar y el aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses están "poniendo a prueba el sistema financiero".
A este respecto, el equipo de análisis de Danske Bank opina que "los mercados sobreestiman los riesgos de inflación y subestiman los riesgos para el crecimiento". "La recuperación europea también se beneficiaría de un repunte de la demanda china, pero eso a su vez depende de un mayor estímulo fiscal por parte de las autoridades locales. La economía estadounidense sigue siendo relativamente sólida y últimamente las sorpresas han sido positivas, pero es probable que el crecimiento se desacelere", explican.