Tras un brillante 2024 para la renta variable mundial, los expertos de Morningstar mencionan tres errores que, en su opinión, “podrían aguar la fiesta a los inversores el próximo año”.
LA RENTABILIDAD DE LA BOLSA NO ES PREDECIBLE
Y el primer desacierto que citan estos analistas es el de pensar que la rentabilidad de la bolsa es predecible. Así, resaltan que los ahorradores pueden creer que 2025 nos dejará, de nuevo, abultadas revalorizaciones. Una previsión de espejo retrovisor que “puede hacer tropezar a los inversores”.
“Cuando los operadores echan la vista atrás sobre lo sucedido en los mercados, a menudo resulta más fácil racionalizar y dar explicaciones a cada acontecimiento, aunque antes no pudieran detectar señales”, aseguran desde la entidad.
Así, añaden que “esta justificación a posteriori podría llevar a los inversores a pensar que el futuro también está en un único camino posible, lo que les impulsaría a permanecer menos diversificados de lo que sería prudente”.
“Sin embargo, el futuro no es más que un único suceso entre un gran número de otros posibles resultados y, dada la incertidumbre a la que se enfrentan los operadores, siempre es mejor pensar en el futuro como una colección de caminos potencialmente diferentes y prepararse en consecuencia”, recalcan.
CREER QUE LOS GANADORES EN BOLSA SEGUIRÁN SIENDO LOS MISMOS
Como segundo error a evitar, desde Morningstar señalan la suposición de que los ganadores del mercado de este año seguirán triunfando en 2025.
“La inteligencia artificial continúa dominando en el sentimiento de los inversores y los títulos relacionados con ella acumulan fortísimas subidas. En este escenario, se puede caer en la equivocación de no buscar alternativas a dichas acciones”, subrayan los citados estrategas.
“La tendencia a pensar que los ganadores seguirán siendo los mismos se denomina ‘falacia de la mano caliente’ y, aunque puede funcionar en algunos casos, no es una estrategia valiosa para lograr buenos resultados a largo plazo”, afirman estos expertos.
“Esta falacia va en contra de la idea de que los activos vuelven a la media y, por lo tanto, expone a los inversores a riesgos significativos si el sentimiento cambia y los ganadores se convierten en perdedores”, agregan.
Además, en lo que respecta a la inteligencia artificial, indican que “aunque nadie pone en duda que se trata de una tecnología transformadora con potencial para cambiar nuestra vida cotidiana, encontrar a los principales beneficiarios de la misma es muy difícil y los ganadores de hoy pueden no ser los mayores ganadores de mañana”.
EL MIEDO A PERDERSE ALGO
Como tercer y último error a evitar, Morningstar asevera que “con los mercados en máximos históricos, algunos inversores lamentan no haber asumido suficiente riesgo y, como forma de compensar las ganancias pérdidas, podrían saltar a los mercados, persiguiendo el ‘rally’ a valoraciones muy exigentes”.
Este comportamiento, prosiguen, se denomina FOMO, miedo a perderse algo, “ya que algunos operadores que llegan tarde a la fiesta sienten el impulso de participar”, enfatizan.
“La ansiedad de perderse nuevas ganancias les lleva a tomar decisiones de inversión erróneas que pueden perjudicar la rentabilidad futura de la cartera. Tras un fuerte repunte, dar un paso atrás para revaluar las oportunidades de inversión puede ser un ejercicio muy útil y una forma de posicionar la cartera para obtener mejores ganancias en el futuro”, concluyen.