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Fábrica de Rolls-Royce.Copyright Rolls-Royce

La volatilidad se ha apoderado de las acciones de Rolls Royce. La compañía inglesa ha subido en el mercado británico tras una caída de más del 6% el lunes, su peor caída en lo que va de año, tras conocerse el fallo de un componente de un motor Trent XWB-97 en un avión de la aerolínea hongkonesa Cathay Pacific Airways.

La aerolínea asiática anunció el martes que había detectado un fallo en un componente del motor en 15 de sus aviones Airbus A350-1000, un avión de largo alcance y fuselaje ancho que utiliza motores Rolls-Royce. Cathay Pacific cuenta con un total de 48 A350-1000 en su flota.

La decisión provocó la cancelación de 24 vuelos de ida y vuelta a destinos clave como Tokio, Osaka, Singapur o Bangkok, entre otros. Este modelo de aeronave es operado por multitud de aerolíneas, entre ellas Qatar Airways o British Airways, entre otras. Hay 88 aviones A350-1000 en servicio en todo el mundo, según datos del proveedor suizo de información aeronáutica ch-aviation. De igual modo, el modelo A350-900 tendría 520 aeronaves en activo en estos momentos.

El problema se detectó tras el fallo de un componente del motor en un vuelo con destino a Zúrich operado por la compañía desde su base en Hong Kong el 2 de septiembre. El avión no completó el trayecto y regresó a Hong Kong. El avión A350-1000, de cinco años de antigüedad, realizó dos amplios círculos y vertió combustible sobre el mar antes de regresar al punto de salida, donde aterrizó sin novedad unos 75 minutos después de su salida, según informa la agencia 'Reuters'.

La aerolínea declaró que tres aviones ya habían sido reparados con éxito y se espera que los restantes reanuden sus operaciones el 7 de septiembre. Cathay Pacific no ha especificado qué componente del motor falló, pero la compañía asiático dijo que era el "primero de su tipo" en "sufrir tal fallo en cualquier avión A350 en todo el mundo". Una persona familiarizada con el asunto dijo a 'Reuters' que el incidente tuvo que ver con un problema con una boquilla de combustible dentro del motor fabricado por Rolls-Royce.

En un comunicado publicado este martes, Rolls-Royce ha señalado que las autoridades de Hong Kong habían iniciado una investigación que restringía la capacidad de la compañía para hacer comentarios, pero también se mostró "comprometida a trabajar estrechamente con la aerolínea, el fabricante del avión y las autoridades pertinentes para apoyar sus esfuerzos". De igual modo, la firma inglesa añadió que mantendría a otras aerolíneas que operan con motores Trent XWB-97 "plenamente informadas de cualquier novedad relevante, según proceda".

El sector de las aerolíneas no es ajeno a problemas de esta magnitud este año después de que un Boeing 737-Max, operado por Alaska Airlines, sufriera el reventón de un panel de la puerta en pleno vuelo a principios de enero. El incidente provocó que el fabricante estadounidense fuese objeto de una serie de investigaciones que han lastrado seriamente al valor en el mercado bursátil. Cabe señalar que Dave Calhoun, actual CEO de la compañía norteamericana, dejará su puesto a finales de año.

En cuanto a Rolls-Royce, los analistas no creen que esta noticia vaya a hacer mucho daño a la firma británica. En un reciente informe, los estrategas de Jefferies han reiterado su consejo de 'compra' sobre las acciones de la compañía inglesa, mientras que Deutsche Bank mantiene su "opinión positiva" sobre Rolls-Royce.

Por su parte, Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, señala que, si bien es probable que la compañía no vaya a experimentar una crisis, el rebote "no está garantizado". Ello se debe, apunta, a que "aún falta información detallada sobre el incidente y sobre cuántos motores más podrían estar afectados".

"«En los últimos años ha registrado considerables subidas de cotización y los inversores cruzan los dedos para que el incidente de Cathay Pacific sea un caso aislado. Dado que la situación sigue siendo fluida, los accionistas deben prepararse para una mayor volatilidad de la cotización", agrega Mould.

"Otro escándalo podría echar por tierra los esfuerzos de recuperación de Rolls-Royce. Mucha gente recordará la anterior crisis de la empresa en relación con sus motores Trent 1000, que dañó la reputación de la ingeniería británica y provocó importantes costes adicionales. Desde entonces, ha trabajado incansablemente para volver a la buena senda, al tiempo que ha intentado que el negocio funcione de forma más eficiente y funcione de manera más ágil", sentencia este analista.

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