Caída del Gobierno de Francia y caída del Gobierno de Alemania en sendas mociones de censura con apenas una semana de diferencia. Las dos principales economías de la eurozona atraviesan una crisis política fuerte que, aunque no está teniendo impacto en las bolsas en este fin de año alcista, previsiblemente podría tenerlo a medida que la "falta de liderazgo político" afecta a la capacidad de estos países para tomar decisiones económicas de calado.
Para afrontar esta situación tan complicada, los expertos de Julius Baer han adoptado una estrategia de renta fija de cara al próximo año con la que se sienten respaldados. "Nos sentimos más cómodos con la duración de los bonos en euros que con los bonos en dólares, mientras mantenemos una inclinación hacia la calidad en la exposición al crédito en euros", explican. "Los bonos gubernamentales periféricos podrían cerrar aún más la brecha debido a su mejor desempeño económico relativo".
"En un entorno como este, con bloques minoritarios con poco interés en el compromiso, gobernar resulta muy difícil"
Este estrategia se basa en la actuación del Banco Central Europeo (BCE), que está intentando contrarrestar la complicada situación en la eurozona, que enfrenta vientos en contra derivados de la citada inestabilidad política y la debilidad comparativa de la confianza del consumidor, con tipos de interés más bajos. Si las tasas de interés bajan, los bonos existentes (con mayores tasas de interés) se volverán más atractivos. Esto beneficia especialmente a los bonos con mayor duración, que son más sensibles a los cambios en tasas. En Estados Unidos, el contexto es diferente: las tasas de interés podrían no bajar tan rápido o tan pronunciadamente, por lo que los bonos en dólares son menos atractivos.
FRAGILIDAD POLÍTICA PERSISTENTE
Julius Baer afirma que, en la historia reciente, la política europea ha estado caracterizada por una "fragilidad persistente", con un panorama fragmentado en muchos de los principales países que impide que los Gobiernos reciban el suficiente apoyo parlamentario para sacar adelante sus medidas.
Esta situación, que se vive también en España, ha quedado patente con las caídas del Gobierno francés y alemán con pocos días de diferencia.
El intento de Francia por formar un nuevo Gobierno continúa, mientras que la agencia de calificación Moody's ha bajado el rating del país -que ahora está más alineado con el de otras agencias importantes-, aunque sigue dentro del espectro de alta calidad.
La saga política en Alemania también sigue su curso, con una moción de censura que ha abierto las puertas a elecciones anticipadas el próximo año.
"No cuestionamos los méritos de tener diferentes puntos de vista en el proceso de formulación de políticas. Sin embargo, debemos reconocer que, en un entorno como este, especialmente cuando hay bloques minoritarios lo suficientemente grandes con poco interés en el compromiso, gobernar resulta operativamente muy difícil", señala Dario Messi, estratega de Julius Baer. "Esto lleva a una falta de liderazgo y bloquea la toma de decisiones importantes. En Europa, esto no solo aplica a países individuales, sino también a marcos supranacionales como la Unión Europea".
Añade este experto que, en algún momento, podría ser la debilidad económica persistente la que aumente la disposición a llegar a compromisos, eliminando así la incertidumbre y mejorando las perspectivas económicas. "Sin embargo, queda por ver cuánto más dolor económico será necesario para lograr un cambio".