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Positivo. Así se puede definir el primer semestre de 2024, que ha visto como varios mercados de todo el mundo marcaban máximos de todos los tiempos. Pero ¿continuará esta tendencia alcista en lo que resta de año?

"Creemos que podría haber más alzas y que la mayoría de los mercados podrían registrar rentabilidades totales de un solo dígito durante la segunda mitad de 2024", opinan desde Loomis Sayles (Natixis IM).

La tecnología y los servicios de comunicación estadounidenses han sido los grandes dominadores hasta ahora y la situación parece que no va a cambiar a corto plazo.

Y es que desde la gestora ven probable que determinados sectores del mercado, en particular la renta variable de crecimiento, superen a otras clases de activos gracias al aumento de la inversión en tecnología.

"Durante la segunda mitad de 2024 esperamos que el crecimiento de los beneficios en esos sectores se enfríe, mientras que sectores rezagados como la sanidad y la energía comienzan a aumentar de nuevo sus beneficios", añaden estos expertos.

En este sentido, el boom de la inteligencia artificial (IA) va a tener mucho que decir. "Las actuales expectativas sobre el impacto transformador de la IA en la economía mundial podrían reforzar el sentimiento de los inversores durante los próximos 6 a 12 meses, y potencialmente durante mucho más tiempo", remarcan.

Asimismo, desde Loomis Sayles estiman una mayor participación en el rally a medida que mejora el contexto fundamental subyacente en todos los sectores.

E incluso si los márgenes de beneficios de las grandes empresas estadounidenses se consolidan durante algunos trimestres, dicen que "no sería necesariamente negativo para el mercado, en nuestra opinión, porque los márgenes operativos están cerca de máximos históricos".

También destacan que es posible que el crecimiento de los beneficios por acción (BPA) del índice MSCI Europe sea plano en 2024, pero el consenso de Bloomberg indica un repunte del 7,5% en 2025. Según esa misma medida, se prevé que el BPA de 2025 sea del 7% para el índice MSCI Japan, del 13% para el índice S&P 500 y del 15% para el índice MSCI Emerging Markets.

"Los mercados alcistas que abarcan varias regiones tienden a ser los más duraderos, y eso es lo que estamos viendo, con la excepción de China. Los beneficios son el eje fundamental que respalda nuestros argumentos a favor de nuevas subidas", aseveran desde la gestora.

DEUDA CORPORATIVA

El crédito corporativo y los sectores cíclicos del mercado de renta variable podrían beneficiarse del retorno del crecimiento de los beneficios más allá de la tecnología.

Para los analistas de Loomis Sayles nos encontramos en la fase media de expansión del ciclo crediticio, donde las políticas financieras conservadoras en todos los sectores parecen impulsar unas expectativas estables para las empresas.

"Esperamos que la dispersión de la rentabilidad total entre sectores disminuya a medida que se amplíe la mejora subyacente de los fundamentales. En nuestra opinión, la solidez de los beneficios y los recortes de los tipos de interés en un contexto de crecimiento económico decente con una inflación decreciente deberían llevar a que el crédito corporativo supere a los bonos del Tesoro estadounidense", comentan.

Del mismo modo, subrayan que prevén revisiones a la baja limitadas en el espacio del investment grade y unos impagos históricamente bajos, en torno al 3,5%, en el sector del high yield.

"La fuerte emisión de títulos con investment grade durante el primer semestre de 2024 probablemente indique una menor oferta en el segundo semestre. Creemos que se trata de un aspecto técnico positivo, dada la fuerte demanda de crédito corporativo de alta calidad", apuntan en la firma.

Además, es posible que continúe la tendencia al alza de la calidad en el sector del high yield. "En nuestra opinión, los diferenciales de los créditos con calificación BB y B parecen elevados, mientras que los CCC parecen bastante valorados en relación con la historia", agregan.

La volatilidad impulsada por las elecciones, igualmente, presentará oportunidades para añadir exposición al crédito con diferenciales más amplios.

DIVISAS

En lo relacionado con las divisas, de cara al segundo semestre del año la relajación de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (Fed) puede impactar de lleno en la fortaleza del dólar y si se manifiestan señales de una presión desinflacionista aún mayor, "la debilidad del dólar podría acentuarse", afirman en la gestora.

"Es poco probable que una huida hacia la calidad impulse al dólar a corto plazo, pero tampoco esperamos una debilidad significativa. Creemos que la fuga de capitales del dólar estadounidense también es poco probable a corto plazo a pesar de los crecientes riesgos relacionados con el déficit presupuestario del gobierno", señalan.

Por lo demás, en Loomis Sayles mantienen la cautela ante una posible sorpresa alcista en China, donde un impulso del crecimiento sería muy beneficioso para los países emergentes vecinos y sus divisas, y tienen una visión favorable de la exposición a divisas de América Latina, en particular Brasil, Colombia y Chile.

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