El presente año se acerca a su fin, y con él se van las previsiones de recesión que la mayoría de analistas sostenía para Estados Unidos. A principios de curso, firmas como Rabobank pronosticaban una contracción de la economía estadounidense, aunque esta ha vuelto a mostrar una inesperada resistencia y se ha mantenido saludable, hasta tal punto que en Oxford Economics aseguran que la probabilidad de recesión "se acerca a cero".
"Nuestros modelos de probabilidad de recesión se acercan a su límite cero y se sitúan en sus niveles más bajos en más de dos años, mientras los indicadores adelantados señalan unas perspectivas alentadoras", detallan.
Las autoridades del país también comparten esta visión alentadora sobre la economía, y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aseguró la semana pasada que la recesión ya no es una posibilidad para el banco central.
"Creo que está bastante claro que hemos evitado una recesión. La mayoría de los analistas llevan mucho tiempo pronosticando una ralentización del crecimiento, y sigue sin producirse. La economía estadounidense se está comportando muy, muy bien, sustancialmente mejor que nuestro grupo de referencia mundial. Y no hay razón para pensar que una desaceleración sea más probable de lo que suele ser. Así que las perspectivas son bastante halagüeñas para nuestra economía", señaló.
Las perspectivas eran más sombrías no solo a principios de año, ya que los expertos de JP Morgan Chase elevaron en agosto hasta el 35% desde el anterior 25% la posibilidad de que se diera una recesión en Estados Unidos a finales de 2024.
Sin embargo, estas previsiones no terminaron por materializarse, y en Oxford señalan que "los consumidores no han mostrado una ralentización correspondiente del gasto, mientras que los balances saneados y el fuerte crecimiento salarial siguen siendo apoyos".
"Las revisiones de los datos de renta personal mostraron un ahorro de los consumidores inferior al estimado, pero no nos preocupa demasiado", destacan.
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La confianza del consumidor de EEUU cae por las "preocupaciones sobre el futuro"En lo que respecta a las perspectivas, no consideran que "la modesta caída del 3% de los mercados de renta variable sea motivo de preocupación para el gasto de los consumidores", aunque matizan que "una corrección mayor de los mercados financieros podría hacer mella en el gasto de los hogares debido al efecto riqueza".
"Hemos modelizado el impacto de una caída del 20% en los mercados de renta variable, y aunque el impacto en el consumo no llevaría a la economía a la recesión, el crecimiento del PIB se ralentizaría notablemente y la tasa de desempleo se situaría en el 4,5% en el primer semestre del próximo año", pronostican.
PREVISIONES PARA 2025
De cara al próximo curso, consideran que "los riesgos para el crecimiento del gasto en 2025 siguen siendo equilibrados, con la gran cantidad de capital inmobiliario como riesgo al alza si los consumidores comenzaran a aprovechar esa riqueza".
"Los componentes que señalan cierta debilidad son los datos manufactureros y la duración del desempleo. Hace tiempo que esperamos un repunte del sector manufacturero, respaldado por unas condiciones crediticias más laxas, el auge de los centros de datos y las persistentes ayudas fiscales que contribuirán a sostener el crecimiento en 2025", agregan.
De esta manera, consideran que "el sector manufacturero será uno de los más afectados por la reciente subida de los tipos a lo largo de la curva de rendimiento y la apreciación del dólar estadounidense ponderado en función del comercio".
Mientras, en los mercados, "los inversores están exigiendo una mayor prima por plazo para mantener la deuda pública a largo plazo", debido a "las volátiles lecturas de inflación, la política fiscal inflacionista de la administración Trump y el aumento del riesgo de tipos de interés".
"Esto ha hecho subir los tipos hasta 35 puntos básicos a lo largo de la curva en la última semana y 100 puntos básicos frente al mínimo de septiembre. Esto endurecerá las condiciones financieras, lo que se traducirá en un aumento de los tipos de interés para las empresas y de los tipos hipotecarios para los consumidores que deseen adquirir una vivienda", explican.
Este aumento de los tipos de interés, agregan, "también repercutirá directamente en el coste de la financiación de la acumulación de existencias o aumentará el coste de oportunidad de mantener existencias, ya que el rendimiento del efectivo podría ser más beneficioso".
"Esto afectará a los importadores que esperan adelantar los envíos antes de los posibles aranceles de la administración Trump", indican.
Otro de los aspectos a tener en cuenta el próximo año será el mercado laboral, sobre el que los analistas de Oxford no están "demasiado preocupados" en estos momentos "a pesar del repunte en la duración del desempleo".
"El mercado laboral sigue enfriándose, pero se caracteriza más por la ralentización del crecimiento del empleo que por los despidos generalizados. Los desempleados tienen más dificultades para encontrar trabajo, pero la ralentización del crecimiento de la población activa debería compensar la presión al alza de la tasa de desempleo. Uno de los indicadores preocupantes es el descenso de la tasa de empleo de las personas mayores en relación con la población", concluyen.