La economía alemana creció menos de lo estimado previamente en el tercer trimestre, según ha informado la oficina de estadísticas este viernes. El producto interno bruto (PIB) creció un 0,1% en el tercer trimestre en comparación con el trimestre anterior, por debajo de la lectura preliminar de un crecimiento del 0,2%.
El consumo de los hogares aumentó un 0,3% trimestre a trimestre, y el gasto público subió un 0,4%, mientras que la inversión cayó un 0,2% en maquinaria y equipo, y un 0,3% en construcción.
"La economía alemana evita la recesión de verano, pero se avecina una recesión invernal. La economía alemana creció apenas un 0,1% trimestre a trimestre en el tercer trimestre, evitando por poco una recesión técnica oficial. Sin embargo, los últimos acontecimientos sugieren que una recesión invernal sigue siendo inminente", advierten los expertos de ING.
Añaden estos economistas que, pese a que la economía se contrajo un 0,3% trimestre a trimestre en el segundo trimestre, la cifra de hoy no debe interpretarse como una señal de recuperación, "sino más bien como una confirmación de que la economía alemana está estancada y apenas crece ahora más que al comienzo de la pandemia hace más de cuatro años".
Destacan desde ING que los componentes del PIB muestran que el consumo privado y la acumulación de inventarios fueron los principales motores de la economía en el tercer trimestre, mientras que las exportaciones netas y las inversiones fueron un lastre. "La gran contribución de la acumulación de inventarios en los últimos dos trimestres, en particular, no augura nada bueno para los próximos trimestres, una vez que comience la reducción de inventarios".