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Donald Trump, presidente de Estados Unidos.Freepik/Rawpixel/A.E.
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La victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos ha dado un vuelco a los mercados y el de las criptomonedas no ha sido una excepción. Los activos digitales y las empresas del sector vuelan en bolsa desde entonces, pero ninguna ha ocupado tantos titulares como el bitcoin (BTC). El firme apoyo de Trump a la criptomoneda reina la ha impulsado a máximos históricos ante la expectativa de unas regulaciones más laxas y, sobre todo, del ambicioso plan del presidente electo de EEUU: la creación de una reserva estratégica de bitcoin.

En una reciente entrevista concedida a la 'CNBC', Trump reiteró que una de sus grandes ambiciones es que Estados Unidos cree un alijo de bitcoin capaz de rivalizar con sus reservas estratégicas de oro y petróleo. "Vamos a hacer algo grande con las criptomonedas porque no queremos que China ni nadie esté por delante de nosotros", afirmó el republicano. Tras estos comentarios, el bitcoin alcanzó un nuevo máximo por encima de los 106.000 dólares.

Si bien las declaraciones de Trump resultan estimulantes para el sector de los criptoactivos, no son nuevas. De hecho, este mismo verano el entonces candidato republicano lanzó esta ideay dijo que serviría como cobertura para proporcionar al país una cobertura contra la devaluación del dólar, al tiempo que fortalecería la posición financiera del país y apoyaría la gestión de su deuda. No obstante, esta propuesta está lejos de tener una aceptación generalizada.

"Los críticos señalan que bitcoin carece de la importancia económica fundamental de materias primas clave como el petróleo, lo que lo hace menos práctico como activo de reserva. La propuesta se considera un esfuerzo por institucionalizar y generalizar bitcoin, pero los críticos creen que exagera las capacidades actuales y la importancia estratégica de la criptomoneda", destacan desde Mirabaud.

¿UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA?

"Esta es la solución. Esta es la respuesta. Este es nuestro momento 'compra de Luisiana'". Estas palabras no son de Trump, sino de la senadora republicana Cynthia Lummis, una de las ideólogas detrás de esta reserva estratégica de bitcoin. La frase hace referencia a la compra del estado de Luisiana en 1803, un movimiento que cimentó parte del crecimiento de Estados Unidos hasta ser la potencia que hoy en día conocemos. Para Lummis, esta propuesta representa exactamente lo mismo.

Según consta en el borrador de la ley elaborada por la senadora Lummis, conocido como "Ley Bitcoin de 2024", la idea es la de crear un "programa de compra de bitcoin" que no adquirirá más de 200.000 bitcoins al año durante un periodo de cinco años, hasta un millón de bitcoins (un 5% del suministro total). El objetivo: mantenerlo durante al menos 20 años para, entre otros, reducir la deuda estadounidense.

Este plan, que estaría financiado, entre otros, por el oro de la Reserva Federal (Fed), podría llegar a buen puerto más pronto que tarde. Y es que el Senado planea priorizar la aprobación de este proyecto de ley dentro de los primeros 100 días de la presidencia de Trump. Eso sí, la propuesta necesitará de cierto grado de apoyo bipartidista para ser aprobada, pues la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y en el Senado no es suficiente por sí sola.

¿ES NOVEDOSA?

Lo cierto es que, pese a lo llamativo del anuncio, la idea no es una idea exclusivamente de Trump. Los legisladores del estado de Pensilvania han presentado un proyecto de ley para permitir que el Tesoro asigne hasta el 10% de sus fondos, incluido el Fondo General, al bitcoin como cobertura contra la inflación.

De hecho, el representante Mike Cabell, que propuso el proyecto de ley, citó el potencial de bitcoin para ofrecer estabilidad en condiciones económicas inciertas, destacando que empresas como BlackRock y Fidelity utilizan bitcoin para gestionar la volatilidad económica.

"El proyecto de ley, copatrocinado por el representante Aaron Kaufer, se alinea con el marco de la Reserva Estratégica de Bitcoin del Fondo de Acción Satoshi, pero sus perspectivas de aprobación son inciertas. Además, Pensilvania aprobó recientemente el proyecto de ley HB 2481, que crea un marco regulador para la autotenencia y los pagos en criptodivisas", apuntan desde Mirabaud.

Pero no es solo un fenómeno estadounidense. El candidato presidencial polaco Sławomir Mentzen también se ha comprometido a crear una reserva de bitcoin si es elegido en las elecciones que se celebrarán en mayo de 2025. De hecho, Mentzen reiteró su compromiso de hacer de Polonia un país más favorable a las criptomonedas en respuesta a una propuesta del director ejecutivo de Swap.ly, Lech Wilczynski, y confirmó su apoyo a la creación de una reserva de este tipo, haciendo hincapié en la urgente necesidad de aplicar políticas favorables a las criptomonedas y al sector de los activos digitales.

Asimismo, y contrariamente a la creencia popular, los gobiernos de todo el mundo ya poseen bitcoin. En concreto, los países controlan alrededor del 2,2% de la oferta total de la criptomoneda reina, con EEUU a la cabeza de esta lista, con 213.297 bitcoins, en gran parte incautados a empresas criminales como Silk Road.

China le sigue con 190.000 BTC, en su mayoría procedentes del esquema Ponzi PlusToken, mientras que el Reino Unido posee 61.000 bitcoins procedentes de una operación de blanqueo de dinero. Alemania también ha vendido en los últimos meses alrededor de 45.000 tokens de BTC, lo que en su momento provocó una significativa caída en los precios.

Otros países como El Salvador están adoptando un enfoque distinto. El país centroamericano, que ha sido uno de los primeros países en aceptar BTC como moneda de curso legal, es un comprador activo de bitcoin y sus tenencias ascienden a 5.800 tokens. Ucrania, por su parte, ha recibido donaciones por un total de 1.336 bitcoins para apoyar sus esfuerzos en la guerra contra Rusia y está utilizando la mayor parte de estos fondos.

"A medida que las criptodivisas se integran cada más en las finanzas mundiales, estas participaciones ponen de relieve la evolución de su papel en las estrategias económicas nacionales y mundiales", explican desde Mirabaud.

RIESGOS

Pese a que la propuesta ha despertado la curiosidad de numerosos analistas e inversores, otros tantos reconocen que la propuesta tiene múltiples inconvenientes que podrían no compensar su interés estratégico.

Uno de los principales vectores de preocupación es la volatilidad. Según Mirabaud, la estabilidad de precios sigue siendo un "reto importante" para el bitcoin, ya que las fluctuaciones "podrían reducir el valor de la reserva, comprometiendo su estabilidad como activo". "Además, los gobiernos que acumulen grandes cantidades de bitcoins corren el riesgo de concentrar el mercado, lo que podría distorsionarlo o crear una dinámica monopolística", agregan.

En el plano puramente técnico, asegurar la reserva plantea importantes riesgos de ciberseguridad, ya que requiere una infraestructura avanzada para evitar la piratería informática, el robo o la mala gestión de las claves privadas.

Asimismo, la limitada oferta de bitcoins (solo pueden existir 21 millones cuando se termine de minar el último bloque) también podría provocar perturbaciones en el mercado o fomentar "agresivas" incautaciones de activos para adquirir reservas. "Además, la falta de una justificación u hoja de ruta claras plantea dudas sobre su viabilidad y sobre si es coherente con los objetivos económicos o de seguridad nacional", añade Mirabaud.

De igual modo, la manipulación política es otro de los principales motivos de preocupación que identifica Mirabaud. Y es que los gobiernos podrían influir demasiado en los precios de la criptomoneda reina con fines económicos o políticos, como hemos visto en los mercados del petróleo. Por último, el escepticismo público sobre la implicación del gobierno en las criptodivisas podría complicar su implantación y limitar la confianza del público en una reserva de este tipo.

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