2025 está llamado a ser el año de Donald Trump. Y es que el regreso del magnate a la Casa Blanca va a condicionar el comportamiento del mercado durante los próximos doce meses, ya que su agenda política tendrá una clara repercusión a nivel mundial. Ante este escenario, ¿qué pueden esperar los inversores de la renta variable en el nuevo curso?
"El cambio de rumbo del crecimiento, los tipos, el dólar y la política estadounidense tras las elecciones repercutirá en la renta variable de todo el mundo. La presidencia de Donald Trump, con un Congreso republicano unificado, tiene la capacidad de poner en práctica no solo las promesas de campaña sobre comercio y regulación, lo que puede hacerse en gran medida a través de órdenes ejecutivas, sino también su agenda fiscal", afirman los analistas de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Precisamente, una de las medidas estrellas del presidente electo es una prórroga de los recortes fiscales de 2017 y una reducción del impuesto de sociedades estadounidense al 15%, desde el 21% actual.
"La reducción del tipo del impuesto de sociedades en 2017 en 14 puntos porcentuales (del 35% al 21%) impulsó el beneficio por acción (BPA) del S&P 500 en un 8%. Del mismo modo, una reducción del tipo impositivo de seis puntos porcentuales hasta el 15% en 2025 debería elevar el BPA entre un 3% y un 4%. Esto vendría a añadirse al crecimiento del BPA en 2025, estimado ligeramente por debajo del 10% sobre la base de nuestra previsión del PIB. Ignorando los efectos secundarios y los aranceles, el crecimiento del BPA en 2025 se situaría entre el 12% y el 13%, teniendo en cuenta tanto el crecimiento subyacente como los recortes fiscales", detallan desde la gestora.
Otra de las políticas que más interés (y temor) suscita es la implantación de aranceles. Por ahora no está claro hasta qué punto la administración Trump será agresiva y decidida con su propuesta de imponer un arancel del 60% a todas las importaciones chinas, y los expertos no descartan que lo utilice como moneda de cambio para conseguir que el gigante asiático se comprometa a invertir más en Estados Unidos.
"Algunos brokers sugieren que el impacto negativo sobre el BPA del S&P 500 en 2018 fue de alrededor del 2%, mientras que un arancel del 60% sobre los productos chinos hoy solo reduciría el BPA en torno al 1,5%. Tomando como base la cifra de crecimiento del BPA anterior, esto implicaría un crecimiento del BPA después de los aranceles de alrededor del 11,5% en 2025. Si lo trasladamos a niveles, nuestro BPA previsto para finales de 2024 de 273 dólares aumentaría a 314 USD a finales de 2025", detallan desde la firma.
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¿Qué esperar de los mercados en 2025 y en plena era Trump 2.0? Esto prevé SchrodersAl mismo tiempo, consideran que es "poco probable" que las valoraciones aumenten en 2025, si bien deberían normalizarse gradualmente. Hasta finales de año, "esperamos que el ratio precio/beneficio (PER) descienda a 20 veces el BPA a 12 meses vista. Combinado con una cifra de BPA de 314 USD, esto arroja nuestro objetivo para finales de año 2025 de 6.300 para el S&P 500".
Aunque menos probable, un claro riesgo de cola sería un arancel general del 10% sobre todas las importaciones estadounidenses. "Esto provocaría probablemente medidas de represalia por parte de los socios comerciales, lo que podría avivar un conflicto comercial global. Este escenario tendría efectos mucho más graves sobre la economía mundial y podría ir mucho más allá del impacto negativo directo de los aranceles sobre los beneficios", advierten los estrategas de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
SECTORES MÁS BENEFICIADOS CON LA VUELTA DE TRUMP
En 2025, el 'value' podría obtener mejores resultados por primera vez desde 2022 y recuperar parte del terreno perdido en los dos últimos años, apoyado en unos tipos de interés más altos de lo esperado.
"Los riesgos para el 'value' también están sesgados al alza, en nuestra opinión, ya que una plena aplicación de la agenda fiscal, comercial y de inmigración de Trump podría evocar recuerdos de 2022, cuando una economía con restricciones de oferta se vio afectada por un shock de demanda. Esto desencadenó un repunte de la inflación y la correspondiente reacción de la Reserva Federal (Fed). La siguiente subida de los tipos reales fue una razón clave para que los sectores de crecimiento caros se vendieran, mientras que el value se mantuvo razonablemente bien. Se trata de un escenario de riesgo de cola, pero no poco realista si se aplicaran todas las propuestas de Trump", agregan desde la firma.
Así, y a nivel sectorial, el financiero será el principal beneficiado con la Administración Trump gracias al triple beneficio de unos tipos más altos, menos restricciones a las fusiones y adquisiciones y un posible abandono de los requisitos de capital finales de la regulación bancaria, Basilea III. "Al mismo tiempo, el sector financiero es uno de los menos afectados por los posibles aranceles, mientras que recibiría todos los beneficios de las posibles reducciones del impuesto de sociedades", enfatizan en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Otro de los sectores favoritos de la gestora es el sanitario, pese a ser uno de los más débiles en los últimos tres meses. "Dado que los precios de los medicamentos se habían abordado en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) del presidente Biden y Trump no ha exigido nuevas reducciones, como hizo en sus campañas de 2016 y 2020, esperaríamos que el sector se mantuviera fuera del alcance de la administración por el momento. Sin vientos políticos en contra aparentes, un dólar estadounidense más fuerte debería proporcionar apoyo al sector sanitario global. Al mismo tiempo, un fortalecimiento del ciclo no supone un riesgo para el rendimiento relativo del sector sanitario".
PREFERENCIAS REGIONALES
En cuanto a preferencias regionales, en J. Safra Sarasin Sustainable AM tienen una opinión positiva sobre el 'value' y los valores defensivos mediante una mejora en Reino Unido. "El mercado parece sobrevendido frente a los recientes movimientos de la libra esterlina, y es probable que la divisa proporcione un apoyo cada vez mayor en el futuro. A pesar de la elevada exposición de la renta variable británica a los ingresos estadounidenses, con un 20% de las ventas generadas en EEUU, los aranceles no son motivo de gran preocupación", comentan.
También elevan a 'neutral' su ponderación de la renta variable japonesa. "Ha sido el mercado principal que peor se ha comportado en los últimos seis meses. Sin embargo, una nueva subida de los rendimientos estadounidenses y del dólar probablemente cambiaría esta situación. Esto podría prestar al mercado un nivel de apoyo similar al que tuvo en el primer semestre de 2024. Sin embargo, dado su carácter cíclico y su dependencia general de las exportaciones, lo dejaríamos en neutral", dicen en la firma.
Igualmente, reiteran su preferencia por las pequeñas compañías estadounidenses, que han reducido su diferencia de rentabilidad con las grandes compañías en los últimos 12 meses. De hecho, las 'small caps' son las principales beneficiarias de los posibles recortes fiscales y, a diferencia de las grandes, probablemente se verían favorecidas de unos aranceles más elevados. "Su gran exposición nacional significa que unos aranceles más elevados podrían actuar como escudo frente a la competencia extranjera".
"En general, el crecimiento debería mantenerse y la reflación debería funcionar. Por ello, preferimos el valor, que protegería frente a un posible rebasamiento de la inflación. Sin embargo, no debemos ignorar los riesgos a la baja. Si bien es probable que el mercado de renta variable estadounidense pueda digerir los aranceles dirigidos a China, una escalada de la guerra comercial mundial, con el consiguiente impacto negativo en el crecimiento del PIB, sigue planteando un riesgo no desdeñable", concluyen en J. Safra Sarasin Sustainable AM.