
Los datos definitivos reflejan que España encabezó el crecimiento económico dentro de la eurozona en 2024. El Producto Interior Bruto (PIB) registró una avance del 3,2%, lo que supone cinco décimas más que en el año anterior, tras mantener en el cuarto trimestre el ritmo de crecimiento del 0,8%.
Desde el Ministerio de Economía señalan que el crecimiento ha venido impulsado, fundamentalmente, por la demanda interna, impulsada por el consumo y la inversión. Una inversión que se ha acelerado al final del año.
Además, destacan que "España lideró un año más el crecimiento en la zona euro, con un aumento del PIB 3,5 veces superior, y fue la que más aportó al crecimiento de la eurozona, el 50% del total".
"Los datos que hemos conocido siguen poniendo de manifiesto que España mantiene un crecimiento equilibrado, sostenible y robusto capaz de seguir generando empleo de calidad y mejorando el poder adquisitivo de las familias, lo que especialmente relevante en el contexto de incertidumbre internacional", añaden desde la cartera que encabeza Carlos Cuerpo.
Como se detalla en los datos de Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda nacional contribuyó en 2,8 puntos al crecimiento del PIB de 2024, dato 1,1 puntos superior al del año anterior. Por su parte, la demanda externa presentó una aportación de 0,3 puntos, lo que supuso siete décimas menos que en 2023.
Concretamente, el consumo de los hogares aumentó un 2,8% en 2024, con lo que se acelera 1,1 puntos respecto a 2023. Además, el gasto público subió un 4,1%, acumulando diez años al alza, y la inversión creció un 3%, nueve décimas más.
Mientras, en el cuarto trimestre, la demanda nacional contribuyó con 1,2 puntos al crecimiento intertrimestral del PIB. Por su parte, la demanda externa aportó -0,4 puntos. Por agregados de demanda, el gasto en consumo final de los hogares creció un 1% y el de las Administraciones Públicas un 0,3%. Por su parte, la formación bruta de capital registró una variación del 2,9%.
Las exportaciones de bienes y servicios presentaron una tasa intertrimestral del 0,1%, lo que supuso tres décimas menos que en el tercer trimestre. Por su parte, las importaciones registraron una variación del 1,4%, con un incremento de cuatro décimas respecto al trimestre precedente.
Por el lado de la oferta, todos los grandes sectores presentaron tasas positivas en su valor añadido, salvo las ramas primarias. Así, las ramas industriales crecieron un 0,3% intertrimestral. Dentro de las mismas, la industria manufacturera aceleró su tasa en seis décimas respecto al trimestre precedente, hasta el 0,5%. El valor añadido bruto de la Construcción aumentó un 2,7% intertrimestral, 4,3 puntos más que en el trimestre anterior. Y el de los Servicios mantuvo una tasa similar, del 1%. Por su parte, las ramas primarias registraron una variación intertrimestral del -0,7%, frente al 1,4% del trimestre anterior.
RECUPERACIÓN SOSTENIDA
Para Javier Molina, analista de mercado de eToro, el dato del PIB de 2024 evidencia "una recuperación sostenida". Cree que los avances observados en el mercado laboral junto a las mejoras en sectores clave como la construcción y la industria manufacturera, "apuntan a una economía en proceso de consolidación, impulsada mayormente por el consumo interno y la inversión".
"Esta estabilidad y crecimiento ofrecen un panorama alentador para los inversores que buscan oportunidades en una economía que sigue fortaleciéndose a pesar de las leves presiones externas", asegura.
Por su parte, desde el Departamento de Análisis de Bankinter comentan el "sólido crecimiento de la economía española en 2024". Sus expectativas para 2025 y 2026 apuntan a un avance del 2,5% y 1,9%, respectivamente.
"El crecimiento dependerá de la demanda interna (soporte del consumo privado y posible catalizador en la recuperación de la inversión). Por el contrario, el sector exterior tendrá una contribución negativa ante el mayor dinamismo de las importaciones, por la fortaleza de la demanda interna", indican.
Destacan que, en las últimas semanas, se han producido dos cambios relevantes: "Por una parte, el nivel de incertidumbre se ha elevado significativamente con el tensionamiento arancelario, que puede afectar al crecimiento del comercio internacional; por otra parte, ha aumentado la necesidad de inversión en defensa de los países europeos, pendiente de definir en tiempos y financiación".