El Banco Mundial ha revisado al alza su previsión de crecimiento de China tanto para este año como para 2025, aunque ha advertido que la débil confianza de los hogares y empresas, así como los vientos en contra del sector inmobiliario, seguirán lastrando la economía del gigante asiático.
De este modo, la institución espera que el PIB chino se sitúe en el 4,9% en 2024, frente a su anterior previsión de junio del 4,8%; mientras que de cara al año que viene anticipa que alcance el 4,5%, también por encima del 4,1% proyectado previamente.
"Abordar los desafíos en el sector inmobiliario, fortalecer las redes de protección social y mejorar las finanzas de los gobiernos locales serán esenciales para desbloquear una recuperación sostenida", ha señalado Mara Warwick, directora del Banco Mundial para China.
"Es importante equilibrar el apoyo a corto plazo al crecimiento con las reformas estructurales a largo plazo", ha agregado.
En este sentido, el Banco Mundial espera que el crecimiento más lento de los ingresos de los hogares y el efecto negativo de la riqueza de los precios más bajos de la vivienda pesen sobre el consumo hasta 2025.
"La economía china enfrenta riesgos internos y externos. En el plano interno, una desaceleración más persistente del sector inmobiliario podría debilitar aún más la inversión y los ingresos de los gobiernos locales. Además, un mayor debilitamiento de las condiciones del mercado laboral debido a una menor rentabilidad de las empresas y una menor contratación podría reducir el consumo", ha remarcado el organismo.
A nivel mundial, la mayor incertidumbre en torno al comercio plantea riesgos para las exportaciones chinas. Por el lado positivo, desde el Banco Mundial han aludido un gasto fiscal mayor al esperado y medidas políticas más decisivas para estabilizar el sector inmobiliario, tras las recientes orientaciones de las autoridades, podrían elevar el pronóstico de crecimiento por encima de la proyección base actual.
En este sentido, si bien los líderes chinos han prometido medidas fiscales "más proactivas" y una política monetaria "moderadamente" más flexible el próximo año, al tiempo que el regulador de la vivienda continuará esforzándose por frenar nuevas caídas en el mercado inmobiliario de China, el Banco Mundial ha subrayado que no se anticipaba un cambio en el sector hasta finales de 2025.
"Ampliar las oportunidades para que todos asciendan en la escala económica es importante para alcanzar el objetivo de prosperidad común de China", ha dicho Elitza Mileva, economista principal del Banco Mundial para China. "La igualdad de oportunidades y una mayor movilidad social, a su vez, respaldarán el crecimiento a través de un mayor capital humano y una mayor capacidad emprendedora y de toma de riesgos por parte de los hogares económicamente seguros", ha concluido.