La segunda administración Donald Trump es una realidad que se hará efectiva los próximos meses. Vuelve el lema 'America First' y, con él, "la volatilidad es inevitable", por lo que "el conjunto de oportunidades de inversión ha cambiado". Así lo ven en Lombard Odier, donde creen que es el momento de vigilar y dirigir proactivamente las carteras para gestionar la volatilidad.
"Los cambios en la política estadounidense están tomando ahora el timón de los mercados financieros. Es vital que los inversores se mantengan en el lado correcto de estas tendencias y eviten los activos geopolíticamente expuestos", afirman los expertos de la firma.
Por ello, aconsejan centrarse en activos líquidos de bajo riesgo en mercados basados en el Estado de Derecho. Esto incluye los activos estadounidenses, suizos y europeos, puesto que los mercados emergentes y sus clases de activos asociados son menos atractivos.
Ven que este segundo mandato de Trump dará un giro a la política económica estadounidense, con la desregulación, los recortes fiscales y los aranceles como herramienta transaccional. Unas políticas que prevén que eleven el crecimiento y la inflación de EEUU, manteniendo más altos los tipos de interés oficiales de la Reserva Federal (Fed), que tendrá que recortar menos de lo que preveían los mercados antes de las elecciones.
Ante este escenario, "el mayor crecimiento, los recortes fiscales y la desregulación ofrecen a la renta variable estadounidense un potencial alcista adicional", mientras que la deuda pública "parece menos atractiva".
Estiman que, a corto plazo, el dólar debería seguir estando bien respaldado, "dado que los diferenciales de tipos de interés entre EEUU y otras regiones deberían seguir siendo mayores de lo previsto" y, además, la divisa también debería beneficiarse de las entradas en activos estadounidenses.
Mientras tanto, a nivel global, el resto del mundo tendrá que responder con sus propios cambios políticos: "EEUU se centrará en medidas económicas internas y reducirá sus intereses y ambiciones exteriores. El paradigma posterior a la Guerra Fría de una red globalizada, mutuamente interconectada, de bloques comerciales, regiones y Estados nación sólo puede fracturarse aún más. Para los inversores, esto cambia los riesgos y el conjunto de oportunidades".
"A medida que se forma una segunda administración Trump y se aplican sus políticas, los inversores deben prepararse para cierta agitación inevitable en EEUU y en otros lugares", avisan.
A su parecer, puede que Europa tenga su propio punto de inflexión, con sus líderes buscando ya la coordinación y unas elecciones alemanas anticipadas. En China, esperan que la recapitalización de los bancos y las medidas de estímulo del Gobierno central se anuncien en diciembre, cuando las autoridades hayan calibrado sus respuestas a posibles nuevas sacudidas en 2025.
"Estas tendencias no deben subestimarse y no hay espacio para la complacencia. Es el momento de vigilar y dirigir proactivamente las carteras para gestionar la volatilidad", concluyen en Lombard Odier.