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El oro ha cerrado un 2024 de récord, en el que ha perforado en repetidas ocasiones sus máximos históricos impulsado por el ciclo de recortes de tipos de interés iniciado por la Reserva Federal (Fed). De cara al nuevo año, los analistas creen que las subidas pueden tener continuidad, aunque consideran que existen varios factores que terminarán de definir la tendencia para el metal precioso.

"El año pasado fue uno de los mejores en términos de rentabilidad del precio del oro, si se analiza la historia moderna del metal precioso tras el colapso del sistema de Bretton Woods a principios de los años 1970. El año 2024 fue único debido al inicio de los recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal y otros bancos centrales importantes, una serie de tensiones geopolíticas en todo el mundo y las elecciones presidenciales de Estados Unidos", aseguran los analistas de XTB

Ahora, con la toma de posesión de Donald Trump a la vuelta de la esquina, consideran que "cabe preguntarse si el oro volverá a brillar en 2025".

En líneas generales, creen que "es posible que lleguen nuevas subidas en los precios del oro en 2025 y años posteriores", aunque identifican una serie de "factores clave", como las "perspectivas de tipos de interés en EEUU e inflación asociada".

En su última reunión de política monetaria, celebrada en diciembre, la Fed rebajó las perspectivas para los recortes de tipos en 2025. El pronóstico actual incluye bajadas de tasas acumuladas de 50 puntos básicos (pb) a lo largo del curso, mientras que en su anterior estimación, publicada en septiembre, proyectaba un recorte conjunto de un punto porcentual en el año.

Junto a esta previsión de tipos más altos, el banco central también elevó sus proyecciones de inflación, y es que los analistas anticipan un rebote de los precios impulsado por las políticas que adopte Donald Trump en su segundo mandato como presidente de EEUU, principalmente por los aranceles y la deportación de migrantes irregulares.

En este sentido, en XTB aseguran que otro factor que determinará los precios del oro a partir de ahora serán "las políticas de Trump, principalmente en el contexto de la situación geopolítica mundial, con particular interés en el conflicto en Ucrania, Medio Oriente y potencialmente Taiwán".

El tercer factor que seleccionan está relacionado con la demanda mundial de oro, "con especial atención a la demanda de inversión (incluidos los ETF), la demanda de los bancos centrales y el futuro de la demanda de joyería (mirando a China)".

El papel de China es fundamental para la demanda de oro, y el gigante asiático sigue sin recobrar el pulso tras el cierre por la pandemia de coronavirus, lo que ha provocado la implementación de varios paquetes de estímulo por parte del Gobierno chino. El país confía en alcanzar este año el objetivo de crecimiento del PIB del 5%, y se espera que establezca una meta similar para 2025, que se conocerá en marzo, cuando se celebren las sesiones legislativas anuales.

ORO Y TIPOS DE INTERÉS

El descenso de los tipos de interés ha funcionado históricamente como un catalizador alcista para los precios del oro, por lo que el actual ciclo de flexibilización monetaria que la Fed inició en septiembre hace presagiar nuevos aumentos en la cotización del metal, a pesar de que ahora se espera un enfoque más comedido por parte del banco central.

"Si se analiza el comportamiento de los precios del oro durante los ciclos de recortes de las tasas de interés en Estados Unidos, durante un período de dos años después del primer recorte, el oro sólo ha perdido valor una vez en el período analizado, después del recorte en 1989. En otros casos, el oro promedió un aumento del 20%, que sería aún mayor sin considerar este caso", detallan en XTB.

De esta manera, proyectan que, asumiendo un comportamiento del oro similar al promedio histórico, los precios "deberían estar por encima de los 3.000 dólares dos años después del recorte de tipos".

"Por otra parte, el comportamiento promedio de los precios del oro en el primer año después del primer recorte supone sólo un aumento del 7%, lo que ni siquiera iguala los récords del oro de 2024", matizan.

En lo que respecta a los peligros para el oro, creen que "una amenaza en los próximos meses sería un aumento repentino de la inflación, que obligaría a la Reserva Federal a poner fin a los recortes de tipos de interés".

"Además, cabe señalar que los aumentos en el mercado del oro en 2024 fueron impulsados por la incertidumbre geopolítica. Si la nueva administración fuera capaz de poner fin a la mayoría de los conflictos del mundo, podría significar una menor prima de riesgo y provocar una reversión en el mercado del oro", añaden.

En conclusión, apuntan que "2025 podría volver a ser un momento en el que el oro reluzca muy brillantemente, no sólo en el propio mercado de productos básicos".

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