Mango abre una nueva etapa. La textil catalana dijo adiós este pasado sábado a Isak Andic (Estambul, 1953; Barcelona, 2024), fundador, presidente no ejecutivo y máximo accionista de la compañía, tras un accidente fatal que le costó la vida a los 71 años. Su muerte obliga a la empresa, valorada en más de 4.000 millones de euros, a enfrentar una sucesión tan inesperada como necesaria.
Por un lado, el grupo textil debe nombrar un nuevo presidente. Por otro, Mango debe ordenar su accionariado, ahora que el titular del 95% del capital ha fallecido. Lo que parece seguro es que todo 'quedará en casa'. El deseo de Andic, expresado en repetidas ocasiones, es que Mango siga siendo una empresa familiar. El 5% restante del capital lo controla Toni Ruiz, CEO de la compañía y mano derecha de Andic, quien hace justo un año recibió este paquete accionarial por parte del fundador de Mango.
Sobre esto último, el diario 'La Vanguardia' avanza que la lectura del testamento se llevará a cabo en los próximos días y determinará el reparto concreto de las acciones de Mango. El empresario tenía tres hijos –Jonathan (1981), Judith (1984) y Sarah (1997)–, fruto de su anterior matrimonio con Neus Raig, y hasta ahora era pareja de la golfista Estefanía Knuth. Cabe señalar que, según la lista Forbes, era la persona más rica de Cataluña y la quinta de España, con un patrimonio valorado en 4.500 millones de euros.
De los tres hermanos, solo Jonathan Andic forma parte del Consejo de Administración de Mango. El hijo mayor de Andic fue vicepresidente ejecutivo hasta 2018 y está al frente de la línea de ropa masculina, Mango Man, que él mismo lanzó. Por su parte, Judith Andic y Sarah Andic no trabajan en la empresa familiar, pero sí son, al igual que su hermano, vocales en el consejo de Punta Na, la sociedad que controla los negocios inmobiliarios de Isak Andic. El 100% de la firma está controlado por Punta Na Holding, que es, a su vez, quien controla el 95% del capital de Mango. Isak Andic era el administrador único de Punta Na Holding.
Lo que parece claro es que la empresa mantendrá el rumbo marcado por Andic, que ha ido separando progresivamente la propiedad y la gestión de la compañía. En los últimos meses, empresarios y profesionales ajenos a la familia que ya formaban parte del consejo asesor de Mango se han ido incorporando al Consejo de Administración de la compañía, como Marc Puig, presidente y CEO de Puig. También se han incorporado como consejeros Jordi Constans, consejero independiente de Fluidra y antiguo ejecutivo de firmas como Danone o LVMH, o Jordi Canals, exdecano del IESE.
Esta decisión se produjo tras un período turbulento para la empresa, que acumuló pérdidas entre 2015 y 2018. La llegada de Ruiz, entonces como director financiero de la compañía, comenzó un proceso de saneamiento de las cuentas que culminó en que Mango cerrase el último ejercicio sin endeudamiento neto. Además, la compañía consiguió este último año fiscal un beneficio neto de 172 millones de euros, un 112% más que en 2022, y una facturación récord de 3.104 millones de euros, un 15% más. Asimismo, 2024 empezó bien para la textil catalana, que cerró el mejor primer semestre de su historia el pasado junio tras registrar una cifra de negocio superior a los 1.543 millones de euros.
La ambición del grupo textil, que cuenta con una red de 2.700 tiendas, de las que 800 son propias y el resto están franquiciadas, es alcanzar una facturación de 4.000 millones de euros y duplicar el beneficio en 2026. Para entonces, la compañía también espera incorporar 500 nuevas tiendas a su red. Uno de los ejes de la estrategia de Mango es su presencia en Estados Unidos, donde el año que viene prevé abrir dos nuevas tiendas al mes.
Lo que parece estar más lejos es la salida a bolsa, un movimiento sobre el que se ha especulado en numerosas ocasiones, pero que, según 'La Vanguardia', no está de momento sobre la mesa.
