Blue Origin, la compañía espacial de Jeff Bezos, por fin ha conseguido llevar a cabo su misión. Después de sufrir varios retrasos, su cohete New Glenn ha despegado con éxito de Florida a la órbita terrestre. Con este hito, avanza en su objetivo de competir con SpaceX, de Elon Musk.
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"New Glenn alcanzó sin problemas su órbita prevista durante la misión NG-1 de hoy, cumpliendo así nuestro objetivo principal. La segunda etapa se encuentra en su órbita final tras dos encendidos exitosos de los motores BE-3U. El Blue Ring Pathfinder está recibiendo datos y funcionando bien", ha comunicado la empresa.
No obstante, el propulsor del cohete, que estaba preparado para aterrizar en un barco en alta mar en el Océano Atlántico para su futura reutilización, se ha perdido.
"Perdimos el propulsor durante el descenso. Sabíamos que aterrizar la primera etapa en el primer intento era ambicioso. Aprenderemos, perfeccionaremos y aplicaremos ese conocimiento en nuestro próximo lanzamiento en primavera. Estamos encantados con el resultado de hoy", ha indicado Ariane Cornell, vicepresidenta de Blue Origin.
Si bien New Glenn no desplegó ningún satélite en órbita durante el vuelo, llevó una pequeña versión de demostración de la nave espacial "Blue Ring" de la compañía. Conocido en la industria como vehículo de transferencia orbital (OTV) o remolcador espacial, Blue Ring está diseñado para albergar satélites y naves espaciales, entregándolos desde el cohete a su objetivo previsto.
También se espera que el New Glenn lleve a cabo decenas de misiones en los próximos meses y años, incluyendo hasta 27 lanzamientos para la red de internet satelital Kuiper de Amazon, que competirá con el servicio Starlink de SpaceX.