Morgan Stanley cambia de preferencias en España. Los expertos del banco americano han recortado su consejo sobre CaixaBank hasta 'neutral' desde 'sobreponderar', y han elevado su recomendación sobre Banco Santander a 'sobreponderar' desde 'neutral'.
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Las acciones de ambas entidades cayeron con fuerza el pasado viernes, después de que se aprobara el nuevo impuesto a la banca en España, y que afecta especialmente a las entidades más grandes, como Santander y CaixaBank.
"La rentabilidad por dividendo seguirá respaldando las valoraciones" del sector bancario europeo, afirman en su último informe, "pero la creciente probabilidad de que los tipos de interés desciendan más de lo esperado plantea un riesgo a la baja para las previsiones de beneficios del consenso", añaden.
En este escenario, apuestan por bancos con "modelos con comisiones elevadas", posicionamiento importante en Gestión de Activos y exposición a "Reino Unido". Para estas entidades, tienen previsiones de beneficio por acción (BPA) un 10% por encima que para "los bancos minoristas de la zona euro".
Así, estos analistas consideran que la diversificación internacional del banco presidido por Ana Botín, y su exposición a Estados Unidos y Reino Unido, le permitirá capear mejor esta circunstancia y también las esperadas bajadas de tipos de interés del Banco Central Europeo.
En cambio, la exposición de CaixaBank a España y Portugal hace que este banco tenga más difícil compensar en su cuenta de resultados un escenario de tipos de interés a la baja, como reconoció en la presentación de su Plan Estratégico 2025-2027, que tampoco fue bien recibido la semana pasada. A esto se añade la mayor carga impositiva que deberá enfrentar en España durante los próximos 3 años.
Según cálculos de BNP Paribas Exane, CaixaBank tendrá que pagar 617 millones por el impuesto, frente a los 513 millones que hubiera tenido que pagar con el gravamen anterior. Por su parte, Santander deberá abonar 439 millones, frente a los 306 millones anteriores.
"El impuesto es ahora progresivo (cuanto mayor sea el volumen de negocio del banco, mayor será el tipo impositivo), lo que no sólo aumenta el impuesto absoluto, sino que ejerce más presión sobre los grandes jugadores", señalaron el pasado viernes los expertos de Jefferies al analizar la nueva tasa.