Muchos se horripilan con el solo pensamiento de la llegada de enero porque no ven peor cuesta que la que depara la resaca post-navidad. Sin embargo, a pesar de que muchos desearíamos que el temporal desapareciese al doblar la página del calendario, la realidad es a menudo mucho más cruda. El mes de febrero, pese a su corta duración, se asienta cada vez con más rotundidad entre los meses más complejos del año.
La cuesta de febrero es en muchos hogares más pronunciada que la de enero, y podríamos citar muchas razones para ello. En cualquier caso, los pequeños ahorradores saben bien que en las finanzas domésticas no hay descanso, y estamos seguros de que también tú sabes a lo que nos referimos cuando hablamos de los aciagos resultados del mes de febrero para tus finanzas personales. Por este motivo, febrero también es un mes en el que personas que nunca se habían interesado por el recurso a la financiación externa comienzan a informarse sobre los pormenores de un sector que genera cierto recelo.
Se trata de los préstamos online, pensados para esos momentos en los que el vencimiento de pagos inaplazables nos ahoga sin remedio o incluso para aquellas circunstancias excepcionales en las que simplemente no conseguimos llegar a fin de mes con papel timbrado en la cartera.
La oferta de mini-préstamos es cada vez más amplia y abundan ejemplos de empresas de financiación online como esta web o similares. Lo más importante es comprender que solicitar un préstamo es siempre una decisión compleja y controvertida, y más aún cuando ésta viene dada por una situación de apuro. Por esta razón, antes de optar por un préstamo, debemos estar seguros de que éste es el último recurso y que viene precedido por intentos racionales de mejorar nuestras finanzas. Para este fin, existen varios consejos que debemos tener bien en cuenta si nuestro deseo es evitar que la cuesta de febrero nos arruine también marzo.
1. Ante todo, hazte con un buen presupuesto
No hay desafío ahorrador que no empiece por un buen plan de ingresos y gastos. A este respecto, lo esencial y más complejo es realizar previsiones realistas, particularmente en lo que atañe a los gastos. Un truco es partir de la máxima cantidad que podríamos permitirnos gastar y esforzarnos en estimar una cifra por debajo de la misma para contar con un cierto margen de error. Usar una calculadora de presupuesto puede ayudarte en esta tarea.
2. ¿Vas a solicitar un préstamo? Solo pequeñas cantidades para gastos urgentes
Hay que tener en cuenta que los gastos por intereses y comisiones se elevan de manera considerable cuando se trata de pequeños préstamos, lo cual se justifica por la celeridad con la que se recibe el préstamo. Por este motivo, hay que estar muy seguros de que el dinero que se solicita es necesario y sobre todo, que podemos devolverlo en los plazos señalados.
3. Léete (muy bien) la letra pequeña
Nadie da duros a cuatro pesetas. El sistema financiero se fundamenta en la premisa esencial de que cualquier producto crediticio que llegue a nuestras manos se pagará en el futuro con intereses. En los créditos en línea, es esencial comparar y asesorarse bien antes de decantarse por una u otra opción. Así nos ahorraremos sustos en el futuro.