Nuevas memecoins ingresan al mercado: PEPE 2.0, DOGE 2.0 y SHIB 2.0 - ¿Son una estafa o una oportunidad de inversión?

pepe coin min

Todos los días al mercado llegan nuevas memecoins que solo buscan aprovecharse de la imagen, el nombre y la popularidad de proyectos reales. PEPE 2.0 DIGE 2.0 y SHIB 2.0 son el ejemplo perfecto de esto, y causan tanto hype que en DeexTool las tres llegaron a estar en lo más alto en volumen de negociación por algunos minutos el 30 de junio.

La importante tracción de estas tres criptomonedas ha llamado poderosamente la atención, sobre todo porque ya habiendo pasado unos días luego de su lanzamiento, todos nos dimos cuenta de que se trataba de tokens que era sencillamente shitscoins de la peor calaña, lo que está haciendo que los inversores saquen más rápido que nunca sus colocaciones de ahí para evitar perderlo todo.

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*La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido. Es importante leer y comprender los riesgos de esta inversión

Mientras esto ocurre, existen nuevas memecoins que sí están generando rendimientos significativos y que son proyectos con propuestas reales detrás que cimientan su proyección y su estancia en el mercado. Una de estas es Thug Life Token (THUG), misma que, si bien apenas está comenzando la preventa, está alzando su voz para convertirse en una inversión importante y objetiva para todos los que quieran diversificar su portafolio con un token alternativo.

Un hype que duró verdaderamente poco

Volviendo a las shitscoins que mencionamos en los primeros párrafos del artículo, hay que decir que en DexTools, PEPE 2.0 fue número uno en el listado de ‘Hot Pairs’, lo que dejaba en claro su alto volumen de negociación, su aún mayor volatilidad y la creciente popularidad del token.

Esta memecoin se lanzó el martes de la última semana de junio y su valor explotó de tal manera que se alzó en 22.000 % en cuestión de horas luego de debutar en la plataforma de intercambio UniSwap. Este súbito y exponencial incremento de precio condujo a que comenzara a aparecer en CoinMarketCap, lo que a su vez ayudó a aumentar el interés de los inversores minoristas y menos experimentados por ella.

Es evidente que la tendencia de solo poner un ‘2.0’ junto al nombre de criptomonedas previamente exitosas es una estrategia de mercado que parece funcionar, al menos al corto plazo, para capitalizar las conquistas y la popularidad de las originales.

DOGE 2.0 fue otra que se disparó, esta vez en más de un 13.000 % en cuestión de días, por lo que muchos inversores se aventuraron a invertir en ella, esperando que continuara con su rally, cuestión que, por supuesto, no pasó.

Por su parte, el SHIB 2.0, aunque también vio cómo sus números crecían de forma importante, no protagonizó un alza categórica e histórica como DOGE 2.0 y PEPE 2.0. Así y todo, el escenario parecería estar preparado para que su empuje ocurra en algún momento, de la mano de inversiones de los comerciantes más osados que buscarán recuperar pérdidas.

¿Baja capitalización es sinónimo de buena opción de inversión?

La baja capitalización indica diversas cosas, la primera es que la criptomoneda o el activo en cuestión no ha tenido una adopción generalizada ni masificada o que perdió mucho empuje. También quiere decir que una gran inversión podría mover el precio de manera radical y lo mismo ocurre con un retiro importante, por lo que la volatilidad está muy presente y forma parte de su ADN.

Ahora, las meteóricas subidas de PEPE 2.0 y DOGE 2.0 ha hecho plantearse la siguiente pregunta ¿Será que la baja capitalización es sinónimo de una buena opción de inversión? Pues, no necesariamente, ya que, al margen de lo que ocurrió con este par de tokens, es crucial considerar otros factores antes de depositar nuestra confianza y nuestro dinero en algún proyecto.

- Lo primero es evaluar los fundamentos subyacentes de la propuesta, la liquidez que ostenta, así como la hoja de ruta y los objetivos planteados. Estos factores proporcionan una idea más clara e información suficiente para evaluar si la iniciativa tiene viabilidad a corto y largo plazo.

- También habría que conocer a los creadores, saber quiénes son, cuáles son sus experiencias, sus éxitos y derrotas, y qué es lo que plantean para que este proyecto alcance las metas.

- Por último, habrá que ver la originalidad del mismo y que esté diseñado para ser una criptomoneda real con un proyecto detrás que lo respalde y no solo la cobertura de un cascarón vacío que no dejará nada para nadie.

Thug Life Token ¿Una propuesta real?

Este proyecto es bastante nuevo y su whitepaper acaba de estar disponible. Sin embargo, al entrar en su plataforma web podemos ver que ha puesto a disposición una preventa de una sola etapa y con una meta bastante modesta para que cualquier inversor sea capaz de hacer la compra que desea de la manera más fácil y sencilla posible.

Siendo tildado de excepcional por Jacob Bury, analistas y youtuber reconocido por hacer análisis en preventas exitosas, el THUG está motivando cada vez a más personas a invertir en su presale. Y es que sus desarrolladores y líderes optaron por sacarle provecho a una cultura que hasta ahora poco o nada se había involucrado con las criptomonedas, se trata del tema gansteril estadounidense que irrumpió en todo el mundo en los 80 y 90 de la mano de grandes artistas como Tupac Shakur, The Notorious BIG, Dr. Dre, Ice Cube y Snoop Dogg.

De hecho, el nombre del proyecto es homólogo a una de las canciones más icónicas de Snoop Doog, ‘Thug Life’, y desde la cuenta oficial de esta criptomoneda en redes sociales ya se ha mencionado al rapero para buscar su interacción y con esta la intención de inversión de millones de fanáticos del hip hop norteamericano.

Al momento de redactar este artículo, la preventa de Thug Life Token ha recaudado poco más de 460.000 dólares y se espera que consiga su meta de 2.058.000 millones de dólares antes de que termine julio. THUG se posiciona entre las nuevas memecoins a tener en cuenta y tiene un valor con descuento en la ICO de 0,0007 dólares.

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