Distrito limeño de San Miguel multará a quienes alimenten a las palomas, y hace bien
Existen cerca de 40 enfermedades transmitidas por las palomas, estos descendientes de los dinosaurios cuyas heces albergan muchos organismos patógenos.
Darle de comer a las palomas, que parece a primera vista un acto de bondad, es en realidad una bobada. Se cuentan en decenas las enfermedades que las palomas causan a los humanos y por ello la municipalidad del distrito limeño de San Miguel multará hasta con 385 soles (120 dólares) a las personas que alimenten a las palomas en la vía pública, entiéndase como tales “las palomas de ornato y asilvestradas, sin identificación o dueño conocido”, dice la norma.
En caso de que el multado reincida, la sanción se incrementará hasta los 770 soles (241 dólares).
En caso de que el multado reincida, la sanción se incrementará hasta los 770 soles (241 dólares).
San Miguel no es el único distrito en Lima en el que alimentar a las palomas es una muy mala idea dado sus posibles consecuencias para la salud pública.
Una ordenanza de la comuna de Surco del 2009 sanciona con hasta 900 soles o 282 dólares el caritativo acto de alimentar a estos descendientes de los dinosaurios. En el distrito de Jesús María también existe una multa para ello.
Dejar de dar de comer a las palomas no equivale a dejarlas morir de hambre sino simplemente a obligarlas a ganarse el sustento en otros lugares que no sean las plazas, en las que muchas personas se congregan.
Las palomas transmiten a través de sus heces diversas enfermedades respiratorias, cutáneas e incluso pueden afectar el sistema nervioso central, el hígado, el bazo y el corazón; el aumento de la población de palomas aumenta el riesgo de enfermedades zoonóticas entre la población.
Existen cerca de 40 enfermedades transmitidas por las palomas. Entre ellas, la salmonelosis, histoplasmosis, colibacilosis o la neurocriptocosis: un hongo se asienta en el cerebro del huésped.
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