Shell suspende sus actividades de exploración en Alaska
El comunicado de Shell afirma que los trabajos de exploración de la compañía en Alaska han sido poco fructíferos. En el mar de Chukchi, Shell ha encontrado trazas de gas y petróleo a una profundidad de 2,070 metros pero no en cantidades relevantes como para iniciar la explotación del yacimiento.
Shell anunció hoy que todas sus exploraciones a lo largo del estado de Alaska han cesado, dando por terminado un conflicto entre la empresa y ecologistas de la zona. La mayor compañía petrolera de Europa ha claudicado a pesar de que la zona era estratégica para ella.
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Según Le Monde, las consecuencias de esta decisión serán notorias en las cifras de desempeño del tercer trimestre. El grupo anglo-holandés ha invertido unos 7,000 millones de dólares para “adquirir las licencias de exploración en los mares de Beaufort y Chukchi, en el Ártico, con el fin de buscar hidrocarburos”, dice el medio francés.
No obstante la fragilidad del Ártico, Barack Obama aprobó los trabajos de exploración en aguas profundas en Alaska, pero al poco tiempo le Salió al frente Greenpeace con un comunicado denunciando los “inmensos riesgos para la población del Ártico, la fauna y nuestro clima”.
El comunicado de Shell afirma que los trabajos de exploración de la compañía en Alaska han sido poco fructíferos. En el mar de Chukchi, Shell ha encontrado trazas de gas y petróleo a una profundidad de 2,070 metros pero no en cantidades relevantes como para iniciar la explotación del yacimiento.
“Hemos trabajado en Alaska con plenas medidas de seguridad durante el programa de exploración de esta temporada, pero, vistos los resultados, se paralizan los trabajos”, dice el comunicado. No obstante el fracaso exploratorio, Shell afirma que la zona “tiene un potencial importante” y que en un futuro no muy lejano tendrá “importancia estratégica para Alaska y los Estados Unidos”. Esto último lo dijo Marvim Odum, presidente de Shell en los Estados Unidos.
Las actividades de Shell en el Ártico no han sido pacíficas. El Ártico es una zona vigilada muy de cerca por organizaciones protectoras del medio ambiente, y que temen un accidente industrial en la zona, accidente y desastre que dañarían irremediablemente la abundante vida en esos mares.
No obstante la fragilidad del Ártico, Barack Obama aprobó los trabajos de exploración en aguas profundas en Alaska, pero al poco tiempo le Salió al frente Greenpeace con un comunicado denunciando los “inmensos riesgos para la población del Ártico, la fauna y nuestro clima”.
Con todo, los expertos perciben que Shell no se va de Alaska por los verdes sino por la coyuntura actual de la industria del petróleo, cuyo barril se transa a 45 dólares. Este precio, pues, no justifica los dolores de cabeza que trae consigo la exploración en aguas profundas en una zona frágil como el Ártico.
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