Minem: "Si Southern Perú no cambia de actitud, no sacará adelante Tía María"
Southern debe revertir percepción negativa en Arequipa, afirma Rosa María Ortiz.
Empresa debe dar muestras de que está dispuesta a dialogar, indica Ejecutivo.
Actualizado : 18:11
“Si no cambian de actitud no van a sacar adelante ese proyecto y no porque el gobierno no se los dé, sino porque ellos mismos no están haciendo el esfuerzo”. Estas fueron las declaraciones de la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, en el programa “Agenda Política”, con respecto a la minera Southern. Agregó además que el Gobierno, cuando converse con el máximo representante de la empresa, le exigirán “que cumpla con la parte que le toca, que es revertir esa visión que tiene la gente de su empresa”.
El proyecto de cobre Tía María, que requerirá una inversión calculada en 1.400 millones de dólares para entrar en operación, y que utilizará agua del mar que desalará en una planta que construirá para tal fin, ha sido suspendido por 60 días ante las protestas de los pobladores de las localidades adyacentes al proyecto, ubicado en Isaly, región Arequipa.
Óscar Gonzales Rocha, el CEO de Southern, comunicó el pasado viernes que la compañía hará “una pausa” para aclarar todas las dudas que tengan los pobladores. El comunicado se hizo público luego de que el presidente Ollanta Humala dijera que Tía María no puede suspenderse unilateralmente dadas las “nefastas consecuencias, tanto jurídicas como económicas” para el país.
El proyecto de cobre Tía María requerirá una inversión calculada en 1.400 millones de dólares para entrar en operación.
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la visión negativa que tienen las gentes de Southern se originó con el rechazo de su primer estudio de impacto ambiental, que fue observado por especialistas de Naciones Unidades.
En conversación con otro medio, Ortiz dijo que el Gobierno defiende el proyecto pero, insistió, no a la empresa. “El Estado pondrá de su parte para apoyar en esto, pero la empresa tiene que dar las mejores muestras de que está dispuesta a dialogar y a convertir en socio estratégico a pobladores de la zona", manifestó.
Otras de las objeciones al proyecto son la chancadora que, una vez puesta en marcha, los pobladores están convencidos de que trasladará el polvo hacia las zonas habitadas; la piscina de ácido sulfúrico, que podría desembalsarse a causa de un movimiento telúrico y, finalmente, el tamaño y la profundidad del tajo, que llegará hasta la napa freática, agua subterránea que, a su vez, llega a los campos del valle del río Tambo.
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