En medio de un país convulsionado, grupo peruano logra iniciar producción de mina aurífera
El Grupo Aruntani puso en marcha la primera mina de la olvidada Región Apurímac
- Yacimiento a tajo abierto Anama producirá hasta 90,000 onzas de oro anuales
- Apurímac tendrá otros cinco proyectos de cobre con inversión de 16.700 millones de dólares
En medio de fuertes protestas sociales que han paralizado importantes proyectos mineros, el grupo peruano Aruntani logró poner en operación la primera mina de la Región Apurímac, una de las más pobres del país.
Trabajando con un perfil bajo, los empresarios mineros lograron todos los permisos requeridos (ambientales y sociales) y lograron que la mina aurífera Anama empezara a producir en marzo pasado.
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“Arrancamos producción en marzo pasado, ni bien recibimos la autorización respectiva del Minem. Ahora estamos trabajando a un ritmo de 15 mil toneladas diarias de capacidad y estimamos producir entre 70 mil y 90 mil onzas anuales de oro”, informó Juan Carlos Estela, jefe de geología del proyecto.
Estela expuso el caso de éxito de la empresa en el Congreso Latinoamericano de Exploración Minera ProEXPLO 2015.
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Anama es una mina a tajo abierto que alberga reservas de 400 mil onzas de oro, pero tiene un potencial mucho mayor. Por esta razón, Aruntani ha adquirido más propiedades en los bordes de la concesión. “Nuestro objetivo es seguir explorando para incrementar las reservas auríferas y agregar recursos de cobre en otras zonas”, detalló.
Anama es un proyecto de bajo costo (US$40 millones), la especialidad del grupo Aruntani que tiene también las minas Aruntani, Arasi, Anabi y Apumayo. Su próximo objetivo es Anubia, proyecto de cobre, también en Apurímac.
Apurímac recibirá otros cinco proyectos: Las Bambas, Anubia, Haquira, Los Chancas y Hierro Apurímac
Apurímac, enclavada en la serranía del Perú, no tenía actividad minera legal hasta ahora. Sin embargo, en los últimos años se han anunciado el desarrollo de hasta cinco proyectos: Las Bambas (2016), Anubia (2016), Haquira, Los Chancas y Hierro Apurímac, que en conjunto demandarán US$16.790 millones, el 26,26% del portafolio de inversiones mineras del Perú.
Se estima que la región producirá 585 mil toneladas anuales de cobre fino y permitirá que sus pueblos, tradicionalmente olvidados, tengan recursos suficientes para enrumbarse hacia el desarrollo.
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